Hoy 
POR JUAN M. RAMIREZ
La debilidad histórica de la política social en el país desde 1930 hasta la fecha radica en el uso político clientelista de los programas sociales, la falta de transparencia y el enfoque asistencialista, lo que solo será posible cambiar con la articulación de políticas universales de educación, salud, seguridad social y empleo.
El planteamiento está contenido en una investigación hecha por las profesionales Rosa Cañete Alonso y Olaya Dotel, puesta a disposición del público en el Centro de Estudios Sociales Padre Juan Montalvo.
Según las investigadoras, el enfoque asistencialista de la política social la considera como una dádiva y no como instrumento para la superación de la pobreza, y surge en los primeros años de Joaquìn Balaguer consolidándose en los gobiernos subsiguientes.
Explicaron que a estas características se suma la tendencia a reducir el gasto social en época de crisis económica, lo que profundiza aún más la pobreza y la situación de vulnerabilidad de la población.
La investigación recuerda que durante la última crisis financiera de 2003 surgieron alrededor de un millón de nuevos pobres en el país.
Señala que a partir de 1996, con el primer gobierno que encabezó el presidente Leonel Fernández se consolidan dos tendencias; la focalización, por un lado, y la dispersión del gasto social entre múltiples instituciones y programas, por el otro.
La investigación concluye en que los programas focalizados de lucha contra la pobreza, como el de solidaridad, actúan principalmente aplicando las malas condiciones de vida, pero presentan serias debilidades y no brindan a las personas habilidades, conocimientos o destrezas para que en el mediano o largo plazo puedan romper el círculo de la pobreza.
Eso solo es posible si los programas de asistencia social se articulan con políticas universales de educación, salud, seguridad social y empleo.
Propone la reorganización institucional del sector social del Gobierno, que apunte a una mayor integridad en las estrategias de política social y acentúa la importancia de la participación de la sociedad civil a través del Consejo Consultivo del Gabinete Social.
El economista José Luis Alemán tuvo a su cargo los comentarios de la investigación, en la que destacó la objetividad y sinceridad de la obra, donde los programas focalizados de lucha contra la pobreza como solidaridad actúan en las condiciones de vida.
