Aboga por cambios
en el socialismo

Aboga por cambios<BR>en el socialismo

Mariela Castro Espín ofreció a todos  su amplia sonrisa y sus palabras largas y francas, matizadas con típicos ademanes caribeños. Habló del Sida, de educación sexual y también de política.

La segunda hija del Presidente cubano Raúl Castro y de Vilma Espín, dos íconos de la revolución cubana, y sobrina del comandante Fidel Castro, se definió como una revolucionaria marxista-leninista. Sin embargo, no tiene dificultades en hablar de los cambios que necesita el socialismo y de lo que espera de Barack Obama.

Para que la prevención del sida, de los embarazo de adolescentes  y de las infecciones de transmisión  sexual sea exitosa, debe existir una intervención desde los padres, la escuela, la comunidad, los medios de comunicación y la misma sociedad, aseguró ayer Mariela Castro Espín, directora del Centro Nacional de Educación Sexual de Cuba.

En lo concerniente al tema del aborto, la funcionaria cubana defendió el derecho que tiene la mujer a decidir si quiere tener un embarazo.

En Cuba el aborto es legal y aunque se trate de mujeres adolescentes, ellas pueden ser persuadidas por sus padres, pero la decisión les corresponde.

En lo que respecta a la educación sexual, este trabajo se lleva a cabo junto a las comunidades, pero con énfasis en la prevención y la información oportuna.

Es esto, dijo, es lo que ha ayudado a la reducción de las tasas de mortalidad materna, la mortalidad por aborto y las tasas de infecciones de transmisión sexual. Esta es una responsabilidad de toda la sociedad.

En su país, la educación sexual es responsabilidad de los ministerios de Salud y de Educación, de la Federación de Mujeres Cubanas y también  de las casas de orientación.

Han logrado reducir la tasa de embarazo en adolescentes, la materna y la deserción escolar, pero no tuvieron a mano las estadísticas.

En su experiencia, la educación sexual desde la escuela es fundamental para la prevención del embarazo en adolescentes y de infecciones de transmisión sexual. Este proceso comienza con los padres y en los círculos infantiles, planteó.

Al participar en el Almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio, la hija del presidente cubano, Raúl Castro, quien es educadora y doctora en educación sexual, habló de la incidencia de la Federación de Mujeres Cubanas en todo el modelo de educación sexual en su país.

El aborto.  “En el sistema de salud cubano son las mujeres las que deciden sobre su cuerpo. Esa es una decisión que compete a la mujer; si es menor, los padres sólo pueden persuadirla, esa es su decisión”, señaló Castro Espín.

Asimismo, el aborto es un servicio gratuito, como parte de los servicios del sistema de salud y debe ser realizado por manos especializadas y en centros seguros. Si esos derechos se violan, son penalizados por la ley.

A su juicio, el que las mujeres no puedan decidir sobre sus cuerpos forma parte de un sustrato ideológico de la hegemonía de los hombres en la toma de decisiones.

Cuba tiene una de las más bajas tasas de mortalidad materna de América Latina, 29.4 por cada 100 mil nacidos vivos.

Consideró que el elemento diferenciador es que el aborto es un derecho que tiene la mujer y forma parte del sistema  de salud universal.

Los criterios son de derecho y de salvar la vida de las mujeres, dijo la educadora cubana. Insistió en que se hizo un proceso de educación con la mujer.

La responsabilidad.  Sin embargo, dijo que la mujer debe ser formada, se le debe dar un sentido de responsabilidad sobre la salud sexual y reproductiva. Lo mismo es válido para adolescentes.

En su país, el derecho al aborto era legal desde antes de 1959, práctica que ejercían las mujeres ricas. Era aborto en condiciones poco seguras, explicó.

La Federación de Mujeres Cubanas incidió en todo el sistema de educación y de salud, contó.

Castro Espín estuvo acompañada del embajador Juan Astiazarán Ceballo, de su esposo Paolo Títolo Kraemer; Magali González, el director del Consejo Presidencial del Sida (Copresida),  Gustavo Rojas, y el director de Relaciones Internacionales de Copresida, Lizardo Puello.

El sexo y adolescentes es un reto

La funcionaria cubana se refirió a la responsabilidad con que se debe formar a los adolescentes en materia de educación sexual.

“Ellos deben saber que una chica no se embaraza por obra y gracia del Espíritu Santo; ella se embaraza por tener relaciones sexuales con un hombre”, dijo la funcionaria del sistema educativo y de salud cubano.

Expresó que a ellos se les debe explicar todo, lo que incluye a los varones y las niñas.

Esas son responsabilidades del sistema de Salud, el de Educación y de la sociedad, insistió.

El el modelo político cubano la familia se educa desde los círculos infantiles, la escuela, la familia y otros espacios de participación social.

Sin embargo, aseguró que aunque los adolescentes responden a la formación del sistema educativo, no es tan fácil cambiar patrones de comportamiento social.

Su país ha logrado bajar la tasa de deserción escolar y los embarazos en adolescentes, explicó Castro Espín a periodistas de los medios de comunicación del Grupo Corripio.

En ese país, la planificación familiar se basa  en la decisión libre de las parejas, quienes determinan el número de hijos que desean tener, asegura un documento entregado a los periodistas.

En Cuba, la determinante principal en la regulación de la fecundidad es la anticoncepción, no el aborto.

La tasa de fecundidad de los cubanos es de 1.5 de acuerdo con las estadísticas oficiales.

La tasa de natalidad de los cubanos es de 11.3 y la de mortalidad infantil de 4.8 por cada 1000 nacidos vivos.

En lo que concierne a la violencia femenina, los cubanos no tienen cifras de violencia.

En torno al tema, Mariela Castro Espín aseguró que todavía en ese sistema socialista priman niveles de violencia verbal contra la mujer.

Se trata de una sociedad patriarcal, dijo Castro Espín.

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