Hoy 
POR ROSA ALCÁNTARA
El vicepresidente mundial de la Internacional Socialista, Hatuey de Camps, abogó porque en Haití se abran puertas y se sumen voluntades para lograr un gobierno que permita el ejercicio democrático.
Ese planteamiento lo hizo De Camps en su discurso ante la asamblea de la Internacional Socialista, que se reunió los días 21 y 22 de este mes en Puerto Príncipe, Haití.
Dijo que el gobierno de transición está haciendo lo posible y que tiene determinado respeto de la comunidad internacional, independientemente de las contradicciones que ha habido con el CARICOM, con otros gobiernos y la influencia que ha ejercido el ex presidente Jean Bertrand Aristide.
Manifestó que en la República Dominicana hay mucho interés en que prospere la democracia haitiana, dado que en territorio dominicano hay más de millón y medio de haitianos que aportan su mano de obra vital para la economía nacional.
Dijo que en la medida que la miseria golpea en Haití sucede lo mismo en la nación dominicana.
Consideró que la comunidad internacional puede aportar con el fomento de una gran unión, tocar puertas y ver qué se puede hacer.
«Ojalá que los compañeros cabezas, líderes del KONAKON, del PAMPRA, así como de las fuerzas no gubernamentales, de los comités de ciudadanos, de derechos humanos, las fuerzas vivas haitianas, puedan lograr el necesario gobierno de transición democrática que no va a concluir con el actual gobierno señalado por las tropas interventoras, que en este caso, guardando el orgullo haitiano, el orgullo dominicano, el orgullo latinoamericano, se supone que jugará un papel distinto al que ha jugado en otras etapas de las intervenciones militares que en Haití y en la República Dominicana se han producido», subrayó De Camps.
El dirigente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) encabezó una delegación integrada por los diputados Ovi Saldívar, Marcelino Domínguez y Federico Rosario; así como el empresario Ismael Reyes, la doctora Mary Ledesma y el productor de televisión Luis Encarnación.
De Camps en su discurso plantea que la intolerancia del ex presidente Aristide y su oposición al diálogo generó en Haití una nueva intervención militar.
Dijo que en la opinión pública internacional existe la creencia muy firme de que en Haití se puede arribar a un proceso democrático que permita el desarrollo y la tranquilidad de esa nación, la primera república negra del mundo y la segunda de América.
Indicó que el extinto líder perredeísta José Francisco Peña Gómez, la Internacional Socialista, la COPAL, han contribuido a hacer posible la democracia haitiana, sin embargo los esfuerzos hasta ahora no han sido muy útiles.
