El Consejo Nacional de Seguridad Social (CNSS) debe asumir su responsabilidad, adoptar a tiempo las decisiones que hagan efectiva la ejecución del sistema de seguridad social, planteó Bernardo Defillo, superintendente de Salud y Riesgos Laborales.

El funcionario, quien participó en el almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio, hizo el planteamiento al tratar de responder si verdaderamente la seguridad social arrancará en enero del 2004.

A pocas semanas de este acontecimiento, que sepultaría el atrasado e inhumano sistema vigente, las Aseguradoras de Riesgos de Salud (ARS) plantean, por razones técnicas y financieras, la posposición.

«Resulta que el CNSS aún no se ha reunido, cuando ya debe comenzar el recaudo, que facilita el cálculo y la distribución de las cotizaciones, porque si vamos a una actividad de prepago hay que trazar una ruta crítica… pero tampoco está la lista la eliminación de la doble cotización,» explicó.

El funcionario informó que tampoco la Tesorería de la Seguridad Social ha terminado el padrón de empleadores y empleados, por lo cual se carece de una nómina, «lo que hay es una intención manifiesta de que esto no arranque nunca», expresó.

Defilló le hizo un llamado a los tres sectores representados en la entidad para que adopten las decisiones pertinentes, destacando que en la CNSS confluyen intereses de los empleadores y de las entidades bancarias.

La CNSS está constituida por el Estado, los empleadores y los trabajadores, y además por la Tesorería de la Seguridad Nacional, la dirección de Informática y Defensa de los Afiliados (DIDA), la Superintendencia de Pensiones (SIPEN) y la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (SISALRIL), entre otras.

Respecto a la denuncia de las ARS, de que supuestamente no hay reglas claras para la ejecución del nuevo sistema de seguridad social, Defilló refirió que todo lo dispuesto por la SISALRIL contó con la participación permanente de los empleadores y los representantes de las ARS.

«Lo cierto es que este grupo de distinguidos funcionarios del sector privado, al que yo he pertenecido durante 40 años de ejercicio, sólo quiere beneficios, no quiere darle al usuario lo que se merece, por consiguiente, en este momento andan como chivos sin ley, subiendo precios y costos como ellos quieren, pero en el nuevo sistema no será así», destacó.

Igualmente, cuestionó que las ARS pretendan que se devuelva la Ley 87-01 al Congreso, para que se deje de aplicar y se negocie de nuevo; en ese contexto refirió que la SISALRIL está del lado de los pobres y de los sectores más vulnerables.