El coordinador de la Comisión de Seguimiento a la Junta Central Electoral (JCE), monseñor Agripino Núñez Collado, abogó ayer por una reforma a la Ley Electoral que permita que ese organismo sea más funcional y menos coercitivo.

Afirmó que con la división de la JCE en dos cámaras, una Administrativa y otra Contenciosa, es difícil que en ese organismo prevalezcan esas dos condiciones.

Núñez Collado habló en esos términos, en sendas entrevistas en los programas «Nuria» y «El Informe de Alicia Ortega», en los cuales hizo nuevas revelaciones en torno a la embarazosa situación que se presentó en la JCE el día de las elecciones y que motivó su intervención y la de los observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea.

Refirió que un «gran» político le aseguró que de él no haber actuado en el momento en que lo hizo al hablarle al país desde la JCE, «todavía hoy se estuvieran contando los cadáveres».

«Yo sabía que sectores que no son políticos, de sectores que no son del PLD, que defenderían (los resultados) a la mala. Sabía de sectores de la sociedad que iban a lanzarse a las calles. Desobediencia civil», reiteró Núñez Collado.

Agregó que la mayor preocupación de ellos giraba en torno a parte del «anillo» que rodea al presidente Hipólito Mejía, de quienes añadió, mantuvieron «engañado» al mandatario, presentándole encuestas que no eran verdaderas y contra los cuales tuvo que luchar para no adoptar frente a los resultados de los comicios, Auna conducta que manchara su nombre, su espíritu democrático».

Fue al referirse a las controversias internas entre los jueces de la JCE al momento de tomar decisiones, que el prelado favoreció una nueva reforma a la Ley Electoral 275-97, ya reformada en febrero del 2003 para dividir al organismo en dos cámaras y aumentar a nueve el número de sus miembros.

«La JCE no puede ser coercitiva, no es funcional la división en cámaras como está. La Ley Electoral amerita una reforma», puntualizó Núñez Collado.