El período del actual bufete directivo de la Cámara de Cuentas se habría vencido, razón por la que el abogado Julio Cury emplazó al Senado de la República a remover o confirmar al presidente, vicepresidente y secretario de ese órgano fiscalizador.
“La Constitución de 1994 establecía en su artículo 80 que los miembros del órgano de control de los recursos públicos desempeñarían sus funciones por cuatro años, que es exactamente lo mismo que dispone el artículo 248 de la vigente Carta Sustantiva. De su lado, el artículo 13 de la Ley número 10-04, que lo organiza, fija en dos años el período del bufete directivo”, acotó Cury.
El artículo13 de la Ley número 10-04 establece lo siguiente: “Bufete directivo. Al designar los miembros de la Cámara de Cuentas, el Senado de la República conformará un bufete directivo, integrado por un presidente, un vicepresidente y un secretario, quienes durarán en sus funciones por el período de dos años”.
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Cury aclaró que lo que está sujeto a rotación son las funciones directivas, no el período de ejercicio constitucionalmente previsto, que es de cuatro años. “La Ley núm. 10-04, así como el art. 17 de su reglamento de aplicación, incorporaron un esquema o mecanismo de rotación periódica entre los titulares del órgano, lo cual obedece al principio de alternatividad, o si se prefiere, a que la dilatada continuidad en el ejercicio de la misma función constituye una apuesta arriesgada para la prestación efectiva del servicio público”, sostuvo el jurista.
Explicó que, aunque el reglamento no prevé nada al respecto, el traslado o desplazamiento para desempeñar diferentes funciones dentro de una misma entidad debe efectuarse teniendo en consideración la formación, capacitación y experiencia, de manera que la reubicación del funcionario o servidor sea acorde a sus mejores talentos.
“El cuerpo directivo de la Cámara de Cuentas debe ser recompuesto o, en su defecto, ratificado. Si el Senado se mantiene cruzado de brazos, el propio reglamento manda a que los miembros del bufete directivo se mantengan en sus respectivas posiciones, pero la lectura que ofrecería esa pasividad es institucionalmente deficitaria por más de una razón que no vienen ahora al caso”, agregó Cury.