Abogan más horas clase

Abogan más horas clase

POR MARIEN ARISTY CAPITAN
La duración de la jornada escolar es una de las razones fundamentales por las que los centros educativos privados son más eficientes que los oficiales: mientras en los colegios se ofrecen de 600 a 800 horas de clases al año, en las escuelas públicas apenas son 200.

Así lo aseguró ayer el presidente de la Federación Nacional de Centros Educativos Privados (Fenacep), Fauntly Garrido, quien sostuvo que al sistema educativo público no sólo le hace falta regular la asistencia a clases. También es urgente que se aumente la inversión que se hace en ese sector.

Es que para Garrido mientras el país no invierta el 4% de su Producto Interno Bruto (PIB) a Educación, no habrá forma de que el sistema educativo deje de ser tal como lo definió la directora de la Agencia para el Desarrollo de los Estados Unidos (Usaid), Elena Brineman: absolutamente caótico e infuncional.

En cuanto al estudio del que habló Brineman en el que se manifestaba que los niños del sector oficial estaban muy lejos de competir con los estudiantes del privado, Garrido estuvo de acuerdo con lo que dijo al respecto la secretaria de Educación, Alejandrina Germán: se trata de una investigación inconclusa y, por tanto, no sirve para sacar todas las conclusiones.

“Ella también tiene razón cuando dice que todo el que quiere aportar, que aporte, pero que con estudios inconclusos no desmeriten el trabajo que ellos hacen”, agregó.

Aunque sostiene que es estadísticamente demostrable que el sector privado es mejor que el público en educación, Garrido subraya que esto es así por tres motivos fundamentales: los colegios invierten más, ofrecen más horas de docencia, están totalmente descentralizados y están en capacidad de tomar decisiones cuando algo no funciona.

Advirtiendo que la diferencia entre ambos sectores es muy compleja y tiene muchas aristas, Garrido subrayó que urge hacer que la Nación se comprometa con la educación para entonces elevar su calidad.

SIN DINERO NO HAY NADA

Sin demeritar la labor de las autoridades actuales, Garrido afirmó que si no se le presta atención al aspecto económico será poco lo que pueda hacer la secretaria de la cartera.

Lo peor del caso, sostiene Garrido, es que han escuchado que el gobierno piensa “truncar” el presupuesto del próximo año.

“En el Consejo Nacional de Educación ese fue el mayor debate: la inversión en Educación. Y desde ya nos están anunciando que el presupuesto del año que viene lo van a truncar; desde ya nos están diciendo que lo van a pagar en deuda externa, en subsidios y en otras cosas”.

Con esto, recuerda Garrido, el gobierno incumplirá una vez más la Ley General de Educación 66’97 que establece que hay que destinar el 4% del PIB o 16% del presupuesto general de la Nación a la cartera educativa.

“Hasta que eso no se haga no estaremos dando una señal de que nos interesa. Nosotros preferimos pagar un subsidio eléctrico, un subsidio al gas o hacer un hoyo en la calle antes de invertir en educación”.

Incumpliendo esta ley, insiste Garrido, el país lo que hace es alejarse cada vez más de los Objetivos de Desarrollo del Milenio que plantea la Organización de las Naciones Unidas en materia de educación: que los niños tengan, al 2015, al menos una instrucción de nueve años.

“Nosotros tenemos que renegociar deuda, renegociar todo lo que tenemos que renegociar, pero con educación no podemos hacerlo. Esa tiene que ser la prioridad por encima de todo. Y si no se cumple con el Fondo, que no se cumpla con el Fondo pero que se cumpla con el país”.

Para lograrlo, establece Garrido, también es necesario que Educación pase a los primeros puestos del debate nacional y que se haga un verdadero debate acerca de los problemas y fallas que tiene la educación del país. “En lugar de tantos seminarios eléctricos, deberían hacer uno de educación”.

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