Hoy 
Por MARIEN ARISTY CAPITAN
El sector privado tiene que involucrarse en todas las iniciativas que toma el Estado para mejorar el nivel de educación de la población dominicana porque al fin y al cabo será el más beneficiado con ello, según lo establecieron ayer Kevin Manning y Servio Tulio Castaños Guzmán, de la Cámara Americana y la Fundación Institucionalidad y Justicia (FINJUS), respectivamente.
Al participar en un encuentro promovido por la Secretaría de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, (SEESCYT) Manning dijo también es necesario que los candidatos presidenciales muestren el programa de trabajo que llevarían a cabo en el área educativa en caso de ganar las elecciones.
Por otro lado, y tras indicar que el sector privado tiene que invertir recursos en el sector educativo, Manning informó que la Cámara Americana de Comercio está trabajando con el Consejo de la Empresa Privada (CONEP) para hacer un foro sobre educación que tendrá lugar en septiembre.
Pero la Cámara Americana, sostuvo Manning, también está involucrada en iniciativas que promuevan que el sector privado invierta en el área educativa. Además que se involucre en la implementación del Plan Decenal de Educación Superior, Ciencia y Tecnología.
Para Castaños Guzmán también es fundamental que el empresariado se involucre en el proceso de elaboración de ese plan. De esta manera, puntualizó se legitimará todo el proceso de su diseño.
Es por ello que Castaños Guzmán lamentó que el encuentro que sostuvieron las autoridades del área con representantes de diversos sectores de la vida nacional no haya contado con un respaldo masivo.
El fracaso de un Estado no es responsabilidad exclusiva ni de funcionarios ni de la clase política: es también de la sociedad. Entonces aquí, en todo esto, debemos participar todos, dijo Castaños Guzmán.
Tras indicar que toda la población está llamada a apoyar este esfuerzo, Castaños Guzmán sostuvo que sólo así se logrará que la inversión en el sistema de educación terciaria aumente.
También, consideró Castaños Guzmán, que se eleve la bajísima inversión que hace el país en investigación: un 1.7% del Producto Interno Bruto (PIB). Esta inversión, que por demás es hecha por nueve de las 43 universidades que existen.
