Profesionales farmacéuticos abogan por una regulación de los precios de origen de los medicamentos a nivel de importación e industrial para colocarlos más al alcance de la población.

Durante su participación en el Encuentro Económico de HOY, Tony Rodríguez, presidente de la Asociación Nacional de Dueños de Farmacias (Adonadufar); Elaine Romero, representante del Movimiento Gremialista Integración Farmacéutica por la Dignificación, y Dileisys Paniagua, pasada directora de la Escuela de Farmacia de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), aseguraron que la falta de regulación de esos precios beneficia a grandes cadenas, que hacen descuentos gracias a los precios preferenciales a que compran a los laboratorios fabricantes y distribuidores.

Explicaron que los dueños de farmacias no tienen ninguna incidencia en los precios de los medicamentos, sino que llega una lista en la que se fijan de acuerdo a lo que permite la ley o acuerdos establecidos.

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Por eso, dijeron, si los medicamentos llegan caros a la población es consecuencia de algunas distorsiones que hay en el mercado dominicano.

Entre ellas citan los “supuestos” descuentos de hasta un 20%, contrario a dueños individuales, quienes no pueden acceder a grandes compras.

En ese sentido, agregaron que esos grandes descuentos son traspasados a los consumidores, generando una competencia con las farmacias individuales, llevando a muchas de ellas a la quiebra, porque se les quita la capacidad de competir.

Argumentaron que esa es una distorsión que viene desde los precios de origen de los medicamentos, ya que las farmacias tiene un 23% de beneficio, por lo que si ofrecen un 20% de descuento estarían trabajando en base a un 3%, al cual hay que deducirle todos los gastos, lo que hace imposible seguir operando.

Por eso, señalan, para eso habría que aumentar el precio de origen, porque lo que hay es un “descuento enmascarado” para la población, pero hay una distorsión en ese costo para poder ser “supuestamente traspasado” por algunas cadenas.

Afirmaron que eso es lo que provoca un factor de encarecimiento de los productos farmacéuticos.

Dijeron que la concentración de la venta de medicamentos a través de cadenas de farmacias no trae ningún beneficio, sino más bien un proceso de comercialización y de monopolización del mercado.

Plantearon que las medicinas llegan más baratas a la población cuando se fijan los precios. Por eso abogan por una una sincerización de precios como en otros países, entre ellos Brasil y Colombia, los cuales sirven de referencia.

Reconocieron que estos descuentos obedece a una competencia comercial que afecta grandemente a las pequeñas, medianas y algunas grandes, por no poder conseguir las escalas de descuento, lo que las condena a cada vez ser menos competitivas y desapareciendo en una gran proporción.