Abogan porque en 2018 haya un Pacto Fiscal integral

Abogan porque en  2018 haya un Pacto Fiscal integral

Para la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios (ANJE) el 2018 debe ser el escenario para lograr un Pacto Fiscal integral, en el que se contemplen también revisiones profundas al gasto público, a fin de consolidar una gestión de las finanzas públicas de forma sostenible, priorizando los sectores con mayor capacidad de retribución a la economía y de impacto a largo plazo.
Abogan porque también se cree una Ley de Transparencia y Responsabilidad Fiscal que introduzca reglas fiscales que mejoren la ejecución del presupuesto y el manejo de la deuda.

“Se requiere de políticas económicas sostenibles e incluso una estructura fiscal que garantice la sostenibilidad a largo plazo sin poner en riesgo el desarrollo económico y social de las futuras generaciones”, explican sus directivos.
La entidad destaca que como jóvenes empresarios abogan por el desarrollo sostenible del país, lo que implica la creación e implementación de políticas públicas para satisfacer las necesidades de las generaciones presentes, sin comprometer las posibilidades de las generaciones futuras.
Rigidez en el pago de impuestos. ANJE destacó que los emprendedores y empresas del país se enfrentan a una rigidez al momento de dar cumplimiento a sus obligaciones tributarias. Y para un emprendedor dominicano representa una carga innecesaria cumplir con el pago de anticipos sobre ganancias que no se han percibido, por lo que entiende que dentro del Pacto Fiscal debe ser evaluada la medida de eliminarlo.
“Esta propuesta podría reducir el incentivo a la informalidad que existe por el esquema actual de anticipos, el cual, aparte de imponer una carga económica excesiva frente a las realidades de los emprendedores y las microempresas, sirve de desincentivo a la formalización y agrega una complejidad innecesaria tanto para el cumplimiento como para la fiscalización en materia tributaria”, explica la entidad.
La ANJE recordó que la República Dominicana ocupa una posición desfavorable en el indicador de Pagos de Impuestos, ocupando la posición 149 de 190 países, en el Doing Business 2018.

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