Abono a la deuda social

Abono a la deuda social

Entre los problemas que afronta la población del país, la deuda social acumulada ocupa un lugar de principalía. Por mucho tiempo los déficit en la atención oficial a estos problemas han sido un serio obstáculo para el desarrollo humano, y esa realidad consta reiteradamente en informes de organismos internacionales especializados en asuntos de población.

Y bien que vale un aplauso si desde el sector oficial se emiten señales que ponen de manifiesto interés del Estado por concebir una agenda enfocada a atender las prioridades de la población y tratar de promover mejores índices de desarrollo humano, de calidad de vida.

El presidente Danilo Medina emite una buena señal al remitir al Senado el Plan Plurianual 2013-2016, con el que su administración aspira mejorar las condiciones de la población en materia de  salud, educación, vivienda, energía, seguridad social y seguridad ciudadana. Para tener una idea de las metas perseguidas, basta decir que el plan procurará elevar el número de beneficiarios de la atención  primaria, rehabilitar y equipar 520 unidades de atención primaria, subir a 519 las embarazadas que reciben atenciones y que 3.9 millones de niños sean beneficiarios del esquema completo de vacunación. Vemos en este plan un esfuerzo por usar de manera provechosa el dinero de los contribuyentes para ir amortizando la gran deuda social acumulada y empezar a vencer el atraso en desarrollo humano.

Diciembre muy violento

Al menos cuarentinueve personas han muerto violentamente en lo que va de este mes. El dato perfila este mes de diciembre como extremadamente cargado de violencia. Han muerto trece personas a manos de la Policía, en alegados intercambios de disparos. El número de muertos incluye  ejecuciones, feminicidios, suicidios y otras formas de supresión de la vida. Este balance no incluye muertes por accidentes de tránsito, que para esta época del año aportan una proporción alta de víctimas.

Si algo queda de manifiesto es que la violencia ha seguido inconmovible y siempre alta,   con  picos y valles poco pronunciados. Los efectos de los planes de prevención no se han dejado sentir, y aunque sería aventurero calificarlos de fracaso, sí es necesario señalar que  necesitan reajustes, revisiones, actualizaciones que mejoren el desempeño para tranquilidad de una sociedad que ha perdido la capacidad de asombro.

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