El progreso de cualquier país, en todos los términos, está indisolublemente atado a la preparación de sus hombres y mujeres, a su acceso a las fuentes de conocimiento para poder desempeñar las tareas que la vida moderna ha diseñado para generar riqueza en la más amplia de sus acepciones.

Quizás esta premisa o algo parecido inspira la decisión del Gobierno del Presidente Leonel Fernández de apuntalar y ampliar los planes de otorgamiento de becas para que estudiantes dominicanos puedan cursar carreras en centros de estudios superiores locales y extranjeros.

Este programa, que fue sumido en el más lamentable descrédito en el pasado reciente, constituye una verdadera cantera de oportunidades para que jóvenes con aptitudes pero sin recursos para hacerse de una carrera, puedan lograr acceso a centros especializados de enseñanza, aquí o en el extranjero.

–II–

En las circunstancias actuales, el país requiere el fortalecimiento de programas como este que, acertadamente, cuenta con el respaldo del actual Gobierno.

Para los jóvenes de hoy, por razones económicas, se hace cada vez más difícil el acceso a carreras universitarias y estos programas de becas, aunque limitados en su capacidad de oferta, representan una oportunidad de oro.

Aún en la universidad del Estado, los costos directos e indierectos de una carrera profesional pueden resultar inalcanzables para jóvenes que con grandes tropiezos concluyen el bachillerato y que en muchos casos no tienen más opción que buscar un empleo que generalmente les priva de la oportunidad de estudiar porque les distrae todo el tiempo que en otras circunstancias dedicarían al estudio.

Por esta razón tiene un alto mérito el propósito oficial de continuar respaldando estos programas.

–III–

En respaldo a esta decisión de ampliar la cobertura de becas para carreras en las que el país tenga déficit o cuya demanda esté en auge en el mercado laboral, el Gobierno bien podría crear una ventanilla o banco de becas para que empresas privadas y las mismas universidades pongan a disposición de estudiantes lo necesario para que cursen carreras universitarias y técnicas.

El Gobierno, a través de sus organismos especializados, entre éstos la Secretaría de Estado de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, se encargaría de administrar estas facilidades con apego a reglas bien definidas y claras.

El Gobierno hace muy bien en apuntalar estos programas, de manera que crezca la oferta de oportunidades de estudio, pues las becas abren para muchos jóvenes oportunidades que son un verdadero abono para el progreso.