Para nadie es un secreto que el peso es un factor muy importante en la vida de un artista, ya que debido a la naturaleza de su exposición, su aspecto físico es un elemento “fundamental” en su carrera.
Es por eso que algunas figuras con unas libritas de más se han visto obligadas, para protegerse de ataques y críticas continuas, a ser portavoces de un discurso que reitera que no hay nada malo en ser dueños de una talla grande.
Como que si los delgados fueran atacados continuamente por su complexión, es uno de sus principales argumentos.
Adele, Demi Lovato y la joven estrella de la música Billie Eilish han tenido que sacar sus armas y defenderse más de una vez con poderosas acciones y discursos.
El caso más reciente recae sobre la cantante británica Adele, quien, aunque sorprendió hace poco con un drástico cambio de look que implicó la pérdida de entre 60 y 70 libras, desde el principio de su carrera, hace más de 10 años, ha estado produciendo titulares por la manera en la que ha sabido defender su peso.
Expresiones como “no dejo que los problemas de imagen corporal dominen mi vida; hay problemas más grandes en el mundo que cómo me siento conmigo misma y cosas así» y «perdería peso si fuera actriz y tuviera que desempeñar un papel en el que se supone debes pesar 40 libras menos, pero el peso no tiene nada que ver con mi carrera», forman parte del arsenal de respuestas que ofrecía comúnmente la intérprete tras ser cuestionada una y otra vez por el público y a veces hasta por la prensa.
Más allá de su música, por la que ha ganado fortuna y reconocimiento a nivel mundial, Adele ha dejado claro que ama ser una mujer que representa a otras mujeres comunes en el mundo.
Sin embargo, tras su cambio de look, muchos de sus seguidores se preguntan, con cierta ironía quizás, si su ídolo se dejó envolver por la presión mediática existente y si en lo adelante continuará con su lucha en contra del ataque por el sobrepeso.
La cantante Demi Lovato, quien ha tenido problemas psicológicos y de adición a las drogas, ha abierto las puertas de su alma y desde su experiencia con el tema ha motivado a millones de mujeres que no son capaces de apreciar su cuerpo, por los estereotipos y los prejuicios sociales que giran en torno a sus medidas, a que interioricen con ellas mismas y su realidad, y no se dejen presionar por patrones establecidos por el hombre, que aunque generalmente venden bienestar y aceptación social, suelen ser mecanismos de esclavitud o limitaciones importantes.
La intérprete de Sorry not sorry, quien reconoce que llegó a editar sus fotografías para causar mejor impresión, asegura sentirse cansada de tener miedo a que la juzguen por su peso y que “odia haberlo hecho”.
“Quiero que este nuevo capítulo de mi vida se trate de ser auténtico con lo que soy en lugar de tratar de cumplir con los estándares de otra persona. Así que aquí estoy yo, sin vergüenza, sin miedo y orgullosa de poseer un cuerpo que ha luchado tanto y que seguirá sorprendiéndome cuando, con suerte, dé a luz algún día”, apuntó la también actriz en una de sus interacciones con el público mientras mostraba las celulitis de su cuerpo al natural, en traje de baño.
“Es una gran sensación no estresarme con un horario de entrenamiento extenuante antes de las 14 horas al día, o privarme de un pastel de cumpleaños real con una miserable dieta loca. De todos modos, aquí estoy yo, ¡cruda y real” y yo me amo. ¡Y tú también deberías amarte!”, ha sido una de las tantas recomendaciones que Lovato le ha servido a sus admiradoras.
El temade Billie Eilish con el peso ha tenido varios matices.
Resulta que la cantante, ganadora de cinco Premios Grammy y quien ostenta el título de ser la primera artista femenina de la historia en ganar las cuatro categorías generales la misma noche, y encima de eso a la edad de los 18 años, también ha sido el blanco de murmuraciones porque su modo de vestir, holgado y excéntrico en cuanto a colores y estampados, es anticuado y tapa totalmente su cuerpo.
Pero, ¿por qué llevar este tipo de vestimenta? En más de una ocasión la cantante manifestó que lo hacía para no ser vista como un objeto sexual y luego argumentó que se motivó porque no quería que la avergonzaran con su cuerpo.
Este mismo año la cantante estrenó un cortometraje titulado “No es mi responsabilidad”, en el cual aborda sus experiencias de vergüenza corporal.
La cantante comprendió la importancia del mensaje que emitía sobre sí misma y hace poco se dejó ver por vez primera llevando ropa ceñida al cuerpo mientras transitaba por las calles de Los Ángeles, California.
Aunque los juicios no se hicieron esperar, la intérprete ha empezado tímidamente a tomar cartas en el asunto.
Hace poco se desnudó en un concierto para protestar contra aquellos que critican su forma de vestir.
Pero más allá de revelarse ante un sistema que cree tener la razón al respecto, tanto Billie Eilish como el resto de las figuras antes mencionadas, a quienes también hicieron sentir insultadas con su propia naturaleza, buscan que, poco a poco, sus acciones y sus palabras transmitan un discurso orientado a la normalización de los cuerpos, que son mucho más que una construcción social, ideológica y cultural.