Abre con normalidad la votación en Honduras

Abre con normalidad la votación en Honduras

Mauricio Villeda, candidato presidencial de Honduras. Foto AFP.

TEGUCIGALPA, Honduras (AP). Los hondureños concurrían el domingo a los centros de votación para elegir presidente para los próximos cuatro años en unos comicios que podrían poner fin al bipartidismo que ha gobernado al país desde hace más de un siglo y colocar a una mujer en la presidencia por primera vez en la historia de Honduras.

Las elecciones representan, además, el fin del ciclo político iniciado por el golpe de Estado que derrocó en 2009 al entonces presidente Manuel Zelaya. La jornada, para la que todos los candidatos han pedido una participación masiva y pacífica, se prevé larga y polémica por lo ajustado del resultado esperado por las encuestas, un nuevo sistema de conteo de votos no probado anteriormente y una serie de declaraciones contradictorias tanto del Tribunal Supremo Electoral como de algunos de los partidos respecto de la hora y el canal de transmisión de los resultados.

El candidato presidencial del oficialista Partido Nacional Juan Orlando Hernández declaró momentos antes de introducir su voto en la urna en su localidad natal de Gracias, Lempira, “es el mensaje que estamos dando en todo en el país, que queremos diputados del Partido Nacional para defender la Policía Militar.

Esto es una fiesta alegre. Voten en masa”. Con una plancha de ropa en la mano simbolizando que van a “planchar” en las elecciones, es decir, obtener una gran victoria, Hernández agregó que quiere “que sea la elección más concurrida y observada de la historia”. La campaña de Hernández se ha centrado en el principal problema que aqueja al país: la inseguridad. Hernández propone como solución la creación de un cuerpo especial armado, la Policía Militar, que atacará la extorsión y violencia que padecen miles de hondureños.

Honduras es el país con el mayor índice de homicidios del planeta según la Oficina de las Naciones Unidas contra el Crimen y el Delito, con 86,5 asesinatos por cada 100.000 habitantes. Es también el país de América Central por el que según el Comando Sur del ejército de Estados Unidos pasa casi 90% de la cocaína que llega a ese país.

En tanto, el alcalde de Tegucigalpa y candidato a vicepresidente del oficialismo Ricardo Álvarez, votó a primera hora en la capital también mostrando una plancha en su mano. Los principales candidatos, Hernández y Xiomara Castro, del Partido Libertad y Refundación (Libre), han afirmado en sus últimas reuniones con la prensa que tienen holgadas mayorías. La última encuesta electoral de Cid Gallup, publicada el 24 de octubre, da un empate técnico en la intención de voto con 28% para Hernández; 27% para Castro y 30% repartido entre otros dos aspirantes.

Fueron entrevistadas 2.000 personas y la muestra tiene un margen de error de 2,5% Libre agrupa a los partidarios de Manuel Zelaya, esposo de Castro, quien propone convocar a una Asamblea Constituyente que “refunde al país” y cambie las instituciones y el sistema electoral.

Aunque su bandera original de “socialismo democrático” se ha movido hacia el centro, muchos hondureños siguen creyendo que su programa es demasiado radical. La escuela Panamá del barrio Buenos Aires, al norte de Tegucigalpa, abrió con total normalidad. Filas de votantes esperaban desde una hora antes de la apertura. María Aguilar, de 40 años, que instalaba un puesto de café y baleadas de frijoles a las puertas del centro de votación preguntó a The Associated Press “¿Usted cree que si yo esperase problemas alquilaría la cocina y me pondría aquí?”.

El expresidente de Paraguay, Fernando Lugo, observador electoral invitado por Libre, recorrió las mesas y dijo a la AP que “la incorporación del elemento tecnológico a las elecciones me parece muy interesante” y que “está instalada la garantía para que todo avance correctamente”. En entrevista con la AP Enrique Correa, jefe de la misión de observación electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA), pidió prudencia a los candidatos al informar conteos de votos parciales a lo largo de la jornada.

Enfatizó que “no se pueden divulgar resultados a boca de urna hasta dos horas después de cerradas las mesas electorales” para que “no haya inducción al voto y no se dé la impresión de que uno u otro candidato puede ser ganador mientras alguien aún esté votando”. La constitución establece que se gana la presidencia con la mayoría simple de votos, en un sistema electoral que no prevé una segunda vuelta y en el que Tribunal Electoral decide si hace se hace un recuento voto a voto o no.

Alrededor de 250 observadores internacionales de la Unión Europea, Estados Unidos y la OEA vigilan el desarrollo de la jornada electoral.

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