POR MARIEN A. CAPITAN
Minutos después que el reloj marcó las doce del día, la urna de plomo del mausoleo que contiene los restos del almirante Cristóbal Colón fue abierta ayer por decimotercera vez, cumpliéndose así con una tradición que se instauró en el Faro a Colón el 12 de octubre de 1992, día en que fue inaugurado el monumento al cumplirse el V centenario del descubrimiento y evangelización de América.
Aunque la urna no se abre completamente, sino que es uno de los laterales el que se deja al descubierto para mostrar, a través de un cristal, el sarcófago en el que apenas se adivinan un par de huesos, esta ceremonia se ha convertido en un ritual que enaltece la unión de Europa con América.
Y esta unión está muy por encima de la polémica que existe en torno a la ubicación exacta de los restos de Colón, como lo dijo ayer la embajadora de España, Almudena Mazarrasa, quien aseguró que lo más relevante no es saber si estos reposan en Santo Domingo o en Sevilla, sino que se siga celebrando este día.
Es que gracias a un día como ayer, en el que Colón llegó a las tierras de América, mañana también será posible que inicie la Decimoquinta Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno.
Yo la analizo como un hito importante en la historia del futuro y nunca se hubiera celebrado si no hubiera sido porque algún día llegó aquí Cristóbal Colón con sus españoles, muy intensamente promocionados, auspiciados por una mujer que fue la reina Isabel, indicó Mazarrasa.
EL ACTO PASO A PASO
Con la instalación de la guardia de honor, compuesta por oficiales de la Academia Naval de la Marina de Guerra, se inició el acto conmemorativo del 513 aniversario del descubrimiento y la cristianización de América.
Posteriormente se escucharon las notas del Himno Nacional, interpretado por la banda de música de la Marina de Guerra, agrupación que cerró el acto tocando nuevamente la enseña patria.
Las palabras centrales de la jornada estuvieron a cargo de Andy Mieses, gobernador del monumento declarado patrimonio de la humanidad por UNESCO, quien anunció la apertura de una nueva sala en honor al cuarto viaje que hizo Colón a América. Los documentos y objetos de esta nueva sala fueron donados por la embajada de España.
En su intervención, Mieses rindió culto a las raíces taínas que todavía sobreviven en el pueblo dominicano y también abogó porque la sociedad deje de lado la violencia y retome el espíritu pacífico y hospitalario de los taínos.
Terminada la intervención de Mieses, monseñor Rafael Bello Peguero, capellán del Palacio Nacional y párroco de la Catedral Primada de América y de la Iglesia del Carmen, agradeció que el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez le encomendara la tarea de abrir la urna de Colón.
La llave, explicó monseñor Bello Peguero, ha estado siempre bajo resguardo de la Iglesia, porque hasta el año 1992 el mausoleo en honor a Colón estaba ubicado en la Catedral, motivo por el cual al cardenal le corresponde tenerla.
Hecha esta explicación, monseñor Bello Peguero se dispuso a abrir la urna. Mientras lo hacía, los toque de una corneta anunciaban que el momento era especial: todo un año tendrá que pasar antes de que los visitantes del Faro vuelvan a ver la urna abierta.
Instantes después, tocó el turno de las ofrendas florales, enviadas por instituciones privadas y oficiales, coronas de flores que fueron depositadas frente al mausoleo para luego dar paso al Himno Panamericano.
La última intervención estuvo a cargo de Avelino Stanley, subsecretario de Cultura, quien apuntó que el día de ayer se dio algo curioso: mientras se celebraba un acto en honor a Colón, al que una parte de la sociedad le atribuye símbolo de mala suerte; la ciudad estaba envuelta en lluvia, que es un símbolo de buena suerte.
Esto, añadió, como él no cree en las casualidades, entiende que debió haberse dado por algún motivo.
Dejando de lado las posibles coincidencias, Stanley consideró justo que la gente deje de lamentarse por el pasado y en su lugar aprenda a ver a la historia como un instrumento que sirve para consolidar el futuro.
Con sus palabras, y la certeza de que estudiando todo lo referente al descubrimiento se logrará que los pueblos latinos se unan más, se dejó formalmente al descubierto el sarcófago que contiene los restos del almirante. Hasta las cuatro de la tarde quien quisiera podría verlo de cerca.