El presidente de la Confederación Nacional de Unidad Sindical (CNUS), Rafael –Pepe- Abreu, consideró ayer que este año ha sido atípico, sin precedentes y crítico para los trabajadores, debido a la crisis económica generada por la pandemia del covid-19.

Uno de los impactos más contundentes de la pandemia, dijo, fue la suspensión de 800,000 trabajadores, de los cuales unos 200,000 no han retornado al empleo.

Expresó que el país ha tenido una paralización casi absoluta del turismo, sector que impacta la industria, la agricultura, la construcción, la artesanía y el transporte de taxis.
Resaltó los esfuerzos desplegados por el gobierno y el sector privado para el restablecimiento de uno de los sectores que genera más divisas y empleos en el país.
Planteó que la pandemia ha dejado una estela de desempleo, incertidumbre y empobrecimiento de los trabajadores en el país.

Resaltó que se ha logrado mantener el seguro de salud a los trabajadores suspendidos, pero a costa de las reservas del sistema de la Seguridad Social, donde había RD$7,000 millones y se ha reducido a RD$3,000 millones.

Recordó que las pensiones por sobrevivencia y por discapacidad están paralizadas por falta de cotización, con el riesgo que eso significa para el trabajador y su familia.

Consideró que la pandemia ha puesto a prueba que el sistema de salud dominicano no estaba ni mínimamente preparado para enfrentar una situación de esa magnitud.
Destacó que el Ministerio de Trabajo emitiera la resolución 23/2020 sobre la regulación del teletrabajo y que ésta no es violatoria al Código de Trabajo.

Consideró que el gobierno debe continuar los programas sociales más allá de este mes, de lo contrario podría producirse una confrontación social y mayor empobrecimiento de la población durante el próximo año.

Por otro lado, Abreu señaló que lo que está haciendo el Ministerio de Educación con las cancelaciones de miles de servidores es “trasladar el hambre de un domicilio pobre a otro domicilio pobre”.

Solicitó al gobierno de Luis Abinader detener la ola de cancelaciones de empleados públicos.
Consideró que la cancelación, por ejemplo, de un sereno de escuela de 60 años para poner otro no resolverá los problemas del país ni del gobierno.
“Son gentes que están en esos puestos porque les permite subsistir y protegerse con un seguro de salud y un día poder tener una pensión miserable”, manifestó el presidente de la CNUS.
Expresó que la juventud no se atreve a asumir los puestos de sereno o conserje, porque se ve hasta degradante.