EFE. REPORTAJES. Cuando el frío se hace presente, nada como elegir un buen trench o un abrigo para mantener a raya las bajas temperaturas. Ajustados a la cintura, o sueltos a modo de trapecio, son la tendencia al alza esta temporada.

Los abrigos de esta temporada intentan que la mujer se luzca, a pesar de las capas de ropa que les obliga a llevar el otoño o el invierno en algunos lugares. Se busca una mujer sensual y que marque sus curvas gracias a cinturones y trazos de alta costura.

Los largos no son generosos, se quedan justo en la rodilla o a unos mínimos centímetros por debajo y hay profusión de cómodos y ágiles tres cuartos, que permiten libertad para todo tipo de movimientos.

Sin embargo, tampoco hay que olvidar que este año los amplios ponchos de lana o cachemira son de las prendas más buscadas del invierno para combinar con cualquier tipo de vestuario; son ligeros, sin olvidar su función principal, protegernos del frío. Existe una vertiente más clásica y otra más informal y ligera inspirada en los ponchos de los indios americanos.

Los chalecos de pelo son muy apreciados, especialmente si se trata de pasear por el campo y tener libertad de movimientos. Sin olvidar que también son un complemento ideal para colocar sobre el abrigo, un aderezo que transforma por completo el estilo que quieres dar con tu imagen.

Tampoco hay que olvidar que están de plena actualidad los ribeteados en piel, sintética o de zorro o visón en puños, cuellos y bajos, o bien bordeando la línea delantera de la prenda.

Los tonos estrella son los blancos rotos y los camel, que copan el mercado sin olvidar que algunas firmas apuestan por el color para las más atrevidas.

En la Río Fashion Week de este año, las propuestas estaban adaptadas al invierno de los trópicos y dejaron fuera los abrigos pesados que abusan de la lana y de otros tejidos fuertes.

El diseñador Joseph Abril presentó en la Galería Colbert de París abrigos que iban de la alpaca a la seda o el mohair y, sobre todo, la cachemira. Sus colores esenciales van desde el negro hasta el visón y el gris.

Toque de color y reflujo de otras temporadas. La diseñadora Rosalita McGee lanza su colección con el espíritu alegre y joven que caracteriza a la firma.

Sus prendas para la colección de este otoño-invierno se funden en una mezcla de colores y texturas que aportan un aspecto fresco, alegre y divertido.

La colección se adentra en motivos geométricos con aire retro o ilustraciones inspiradas en los locales donde se interpretaba el jazz de los años 40 ó 50. Tweed, lonetas y paño combinado con charol y lana, son los tejidos protagonistas de esta colección.

Los abrigos de pelo mantienen una paleta otoñal de colores con un estilo elegante, pero sin olvidar la marca personal de la firma con tonos vivos y divertidos como rojos, verdes intensos e incluso naranjas.

Para aquellas que no se decidieron a tiempo, siguen estando de actualidad los abrigos de corte militar, de corte recto, formal, pero con mucho estilo. Se lleva la doble botonadura dorada o metalizada, los cuellos rectos e incluso forrados de astracán, como propone Loewe.

En este tipo de diseño, las cremalleras y los plastrones son los que marcan ese aire marcial que puede romperse si, como Valentino propone, el tejido de lana se cambia por algunos brillos y se combina con unos magníficos zapatos de tacón, e incluso sandalias, si el tiempo se lo permite.

Recomendaciones

Se busca una mujer sensual y que marque sus curvas gracias a cinturones y trazos de alta costura.