Abril de los eternos relámpagos azules

Abril de los eternos relámpagos azules

JUAN D. COTES MORALES
Otra vez abril. Día contra la prostitución infantil. Día del periodista. Día mundial de la salud. Día combate de El Memizo, la Batalla de Tortuguero y la Batalla de las Carreras. Día de conmemoración del holocausto de 6 millones de judíos asesinados por los nazis. Nacimiento de Buda. Asesinato de Jorge Eliécer Gaitán. Asesinato de Emiliano Zapata. Día del festival de la luz en Ching Ming (China). Día de la insurrección puertorriqueña del Grito de Lares. Intervención militar de Estados Unidos en Guatemala. Invasión de Bahía de Cochinos (Cuba). Día internacional de la lucha campesina.

Muere Sor Juana Inés de la Cruz. Muere Toussaine Louverture. Intervención de Estados Unidos en Honduras. Día panamericano del indio, o Día de las Américas. Día de las mujeres de América. Guerra entre Estados Unidos y España e invasiones a Cuba, Puerto Rico, Guam y Filipinas. Muere torturado Pedro Albizu Campos, independentista de Puerto Rico, y muere Francois Duvalier. Pedro Alvares Cabral, portugués, primer europeo que desembarca en Brasil y Hernán Cortes invade México. Pascua de resurrección. Anuncio de Pentecostés. Día de la Tierra. Día del libro y de los derechos de autor, porque el 23 de abril de 1616 se recuerda la ilustre memoria del inca Garcilaso de la Vega, la de Miguel de Cervantes y Saavedra y la de William Shakespeare, Aniversario de la guerra patria e intervención armada de Estados Unidos a la República Dominicana. Día de los ayuntamientos.

Día de las secretarias. Y el día 30 de cada año se celebra el día que en Bogotá,  en el año 1948, 21 países suscribieron la Carta Constitutiva de la Organización de Estados Americanos (OEA).

Abril evoca la presencia de un pasado que no pasa. Es el mes de la Misericordia Divina y de ver en el tercer cielo los relámpagos azules que sólo se escuchan por el testimonio de los grandes hombres.

Abril por sí y su sola mención expresa todo un mundo poblado de experiencias mediante la cual nos permitimos recrear todos los sucesos y las cosas de un abril que no es de todos pero que todos evocamos como si fuéramos héroes.

Nosotros constituimos un pueblo sencillo, humilde, llano, profundo, que vive bajo la historia y tiene una particular preferencia por su intrahistoria.

Carlyle llamaba heroísmo de un pueblo al saber adivinar sus héroes.

El primer héroe dominicano goza con la oportunidad de buscar en la memoria colectiva su par, en cualquier día del presente eterno y está unido a él por el cordón umbilical de la historia que se ha forjado desde el día que los indios caribes tuvieron el acierto de lanzar el desafío de su consigna de guerra «ANA CARINA ROTE» (NOSOTROS SOLAMENTE SOMOS).

Hemos visto jóvenes llenos de juventud con sus escarapelas de pueblo calle abajo y calle arriba con los pulmones llenos de oxígeno revolucionario buscando libertad política para todos al son del viento popular que nos viene con las epopeyas y el Amén.

Cierto, nos hemos mordido los puños buscando el tiempo preciso como elemento indispensable de nuestra historia.

Ya sabemos que el agua de los ríos no endulza ni ensucia el mar.

Aquí todo es nativo, criollo, autóctono y, nos pertenece realmente desde el principio y a pesar del ir y venir del tiempo que se desenfada en el licor y la danza, se encoge por la salsedumbre del mar que tizna y dora la piel de las disipaciones en las playas, bajo el sol y bajo las nubes en el anónimo trecho de nuestro idéntico pesar, ulular y cantar como si nada pasó, como si nada estuviera pasando, como si nada fuese a pasar nunca. Realmente, así parecemos dueños de la historia. Sí, tenemos celos del mundo y nada de qué retractarnos, porque la única culpa nuestra es la inocencia del hombre de esta tierra.

Nuestras voces expresan el tono de la solidaridad humana.

Nuestros ojos, ven todo el paisaje buscando a todos los paisanos que deseen despertar para ser nuevos cada vez. Nuestros oídos escuchan la piedad de los siglos y el Himno de las Gradas. Somos hermanos de Abril. Soñamos abril y tenemos necesidad de abril y de primaveras y de aguas de manantiales para teñir de azul y de verde nuestras saudades y logremos la verdadera identidad, conciencia de pueblo libre y libertad moral.

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