Sabios han expresado, que si con las cosas pasadas sucede igual a lo que ellos vivieron y en cierto modo fueron actores, existen razones para poner en dudas algunas cosas, porque según ellos, cuando las conocieron a través de historias escritas o narradas eran bastante diferentes; sin embargo, a pesar de que los escritos o narraciones en relación a la gesta de abril del 1965 pudieran tener algunas inconsistencias producto de que algunos de los que lo han hecho no los vivieron, no participaron o utilizaron informaciones en que confiaron, nada ni nadie podrá borrar ni ocultar la grandeza de aquella hazaña de un grupo de dominicanos en torno a dos propósitos fundamentales: Respeto a la voluntad popular y defensa de la soberanía nacional.
Ayer se cumplieron 48 años de la gloriosa gesta del 65, cuando un grupo de militares, en coordinación con civiles, nos sublevamos contra el gobierno De Facto que usurpaba el Palacio Nacional y las estructuras oficiales producto del golpe de Estado perpetrado en septiembre del 1963 contra el gobierno Constitucional del Profesor Juan Bosch. Aquella gloriosa gesta por el retorno a la constitucionalidad, se convirtió además en Guerra Patria por la intervención norteamericana, posteriormente disfrazada de Fuerza Interamericana de Paz.
Lamentablemente esa fecha y esos acontecimientos se han ido apagando en las mentes de muchos dominicanos, especialmente las nuevas generaciones, no solo producto del tiempo, sino de las desinformaciones o tergiversaciones. Por influencias de quienes han querido acomodar acontecimientos que pudieron ser intrascendentes, o para esconder responsabilidades de sectores que, teniendo poder y complicidad en esa época en las causas reales que provocaron la guerra, que fue precisamente el derrocamiento del gobierno constitucional de Bosch, hoy tienen mucho más poder.
En cada abril se habla de hechos, acontecimientos y sucesos, pero en muchos casos pasando por alto que todos esos hechos, acontecimientos o sucesos fueron en definitiva, consecuencias de uno de los peores crímenes contra la democracia y la institucionalidad ocurrida en nuestra historia, la del golpe de Estado.
Aquel golpe de Estado a la democracia y a la dominicanidad que todavía deja huellas imborrables de nuestro triste destino como nación. Aquel golpe de Estado que cercenó tantas vidas útiles y jóvenes en Las Manaclas como en la Guerra de Abril. Aquel fatídico golpe del que solo se mencionan algunos militares y civiles que sirvieron de punta de lanza o peones, pero que ha pretendido limpiar u ocultar nombres de quienes fueron los verdaderos instigadores y cómplices de aquel gran crimen histórico.
Al cumplirse 48 años de aquella lucha iniciada en abril del 65, debemos rendir homenaje a los héroes caídos y recordar a todos nuestros compañeros de lucha. A los dominicanos y a los haitianos que nos acompañaron. A los civiles y a los militares, pero sobre todo a los que sin nombres, fotos, ni menciones en la historia, fueron verdaderos soldados de la Patria en una causa noble.