Abril del 65 fue lucha contra los golpistas y los invasores

Abril del 65 fue lucha contra los golpistas y los invasores

La Guerra iniciada el 24 de abril del 1965, como consecuencia del derrocamiento en 1963 del gobierno constitucional y contra la democracia, perpetrado por las fuerzas conservadoras del país y apoyada por militares atrasados, confundidos o engañados, en principio fue una lucha por el retorno a la constitucionalidad y el retorno del Profesor Juan Bosch, pero luego de la intervención militar extranjera, el día 28 de ese mismo mes, con la intención de evitar el triunfo definitivo de las fuerzas militares y populares, se convirtió en guerra patria en defensa de la soberanía nacional.

Esa lucha fue, como expresó el popular y valeroso combatiente conocido por el apodo de Cibao, quien estuvo todo el trayecto de la contienda a nuestro lado, un dos por uno. Lucha contra los golpistas y lucha contra los invasores.

Y así fue. Porque muchas personas que en principio estaban dubitativas o confundidas, por el enfrentamiento entre fuerzas militares revolucionarias en contra de los golpistas, incluyendo militares, al producirse la intervención, tomaron fuerza, valor y si se quiere, justificación para adherirse a la causa, ya que se trataba de defender el honor y la dignidad nacional.

Hago hincapié en resaltar lo ocurrido el 28, cuando se inició la intervención militar, porque pudo ser que algunos entendieran que lo de la guerra iniciada el 24 de abril por la reposición de la Constitución y el retorno de Bosch no tuviera muy claro para ellos, y decidieran mantenerse al margen de los acontecimientos, pero al producirse el desembarco militar, debió motivarlos a tomar una acción más decidida en defensa de la soberanía nacional.

Sin embargo, a partir de ahí, el coraje de los militares, de los combatientes y de los hombres, mujeres y niños que vivían o estaban en la zona constitucionalista se agigantó. Hubo una especie de toma de conciencia colectiva. Y si bien hubo en principio la idea o la duda de que la presencia de fuerzas interventoras podía contribuir a aplastar la causa iniciada el 24, la decisión de lucha se reafirmó a partir de ese hecho bochornoso, y el pueblo enjaulado en la zona constitucionalista se creció. Cada persona se constituyó en guardián de la soberanía.

Se cumplieron 50 años de esa epopeya escrita por los líderes militares que tomaron las armas, una vez dado el grito libertario; por los combatientes, muchos de los cuales aprendieron al uso de las armas sin haberlas tenido nunca en sus manos, y por los dominicanos que vencieron el temor y resistieron los embates de la propaganda, las fuerzas represivas y de los invasores.

50 años de una lucha que para muchos no significó nada, quienes quisieran que no se mencionara. De una gesta que han tergiversado bastante. De la que probablemente en 50 años más ni se mencione, pero mientras esta generación esté viva, la recordaremos año tras año. A Caamaño, Fernández Domínguez y todos los militares y combatientes que pusieron en alto el honor y la dignidad nacional.

 

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