Abril, ese Abril

Abril, ese Abril

Ese que no le pueden robar a una generación. Aunque inventen y recuenten, aunque mientan y coloquen charreteras encima de hombros sin hazaña. El abril del despertar que se multiplicó en poesías y pervive en versos con fuerza de embate y dimensión de portaviones. El de cadáveres y miedo, el de arrojo, invasión y resistencia, canciones y solidaridad. Ese del asombro que aún pregunta, cómo tantos muchachos entendieron la dimensión de la patria. ¿Cómo el fusil fue bandera y el sacrificio himno? ¿Cómo, si el terror apenas agonizaba y comenzaba el gorjeo de la democracia?
José A. Moreno en “El Pueblo en Armas”- Colección 50 Aniversario de la Gesta Patriótica. Academia Dominicana de la Historia- describe a los participantes en el proceso. El teólogo y sociólogo, presente en la zona rebelde, establece la Tipología de los participantes: idealista, acomplejado social, rebelde profesional, el aprovechado y el hijo de machepa. Nada controversial lo expuesto en el capítulo 9 de la obra. Moreno asignó categoría a las actitudes y razones conocidas.
“Al ayudar al país a romper violentamente con las estructuras del pasado-corrupción, opresión, abuso de poder y carencia de libertad-podían simultáneamente romper con la estructura de sus propios antecedentes personales. Al crear una nueva nación, también esperaban crear nuevas y diferentes imágenes de ellos mismos, además de querer probar que eran útiles a la sociedad. Por todas esas razones, emularon a los hombres del grupo idealista”. (op.cit página 253) Sin titubeos, el autor menciona el tigueraje que se sumó a la revolución. Detalla el caso de Traboux, delincuente conocido en San Miguel, ejecutado por su participación en el asesinato de Oscar Santana.
La conjura contra el primer Gobierno electo, de manera libérrima, después de mayo del 1961, esa trama que sumó mansos y cimarrones, provocó, dos años después, la guerra. La instauración ilegal del Triunvirato, sus desaciertos y tropelías, motivaron el cuartel forjado en la tiranía. Un grupo militar propugnaba por el retorno de Juan Bosch y la vigencia de la Constitución del 1963, otro, pretendía el derrocamiento de Reid Cabral y el retorno de Balaguer. El Gobierno de facto conoció las intenciones militares. Pretendió contrarrestarlas con la designación del coronel Fernández Domínguez, uno de sus mentores, como representante diplomático en España. La ausencia del Coronel no detuvo el proyecto. La delación precipitó la acción. Los Campamentos 27 de Febrero y 16 de Agosto se sublevaron el 24 de abril. A través de Tribuna Democrática, programa de radio del PRD, la voz de Peña Gómez anunció la prisión del jefe de Estado Mayor, general Rivera Cuesta y la sublevación. La multitud ocupó las calles de la ciudad de Santo Domingo, buscando espacio y respeto. La decisión de un pueblo armado con la Constitución dislocó las fuerzas represivas. Comenzó el enfrentamiento. La lucha era desigual, sin embargo, la sangre no ahogó la decisión popular.
Un día como hoy -1965- renuncia Reid Cabral y Rafael Molina Ureña asume la presidencia del Gobierno constitucional. Tres días después, todo cambia cuando el presidente Johnson decide atender el llamado del general Benoit y envía al país, 42,000 marines, con la excusa de proteger a sus súbditos. El demócrata no quería otra Cuba en el Caribe. 51 años después, las voces se apagan y queda la bibliografía, cada vez mayor. Hay datos, desclasificación de documentos que no permiten historietas repetidas hasta el cansancio y asumidas por conveniencia. La memoria sufre, los rostros pierden lozanía, las estrellas retozan en frentes arrugadas. Continúa la nostalgia en la esquina de la derrota, varada, en el mismo rincón del heroísmo. Cuentan, escriben, como si el consumo de la epopeya fuera masivo y apostando a la curiosidad de un colectivo indiferente. Sirve el día para el cotejo, para refutar mentiras. Para escuchar el relato de emboscadas que nunca existieron, granadas que jamás explotaron. Para mencionar trincheras imaginarias, revelaciones mendaces, madrugadas de insomnio y no de vigilia. Que sirva para recordar Abril, aquel Abril.

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