Abrir brecha a lo presencial

Abrir brecha a lo presencial

Existe una deuda con el estudiantado que se refleja en insatisfacciones de familias que no han palpado en la enseñanza a distancia una respuesta apropiada a los esfuerzos por aprender. Para quienes entienden que no debe tardarse más en dirigir pasos hacia el retorno a las aulas, ya existe una apertura hacia el consenso con fecha precisa.

Para el día 24 de este mes está convocado el Consejo Nacional de Educación con la vista puesta en la confección de un protocolo que permita conjugar con gradualidad las actividades docentes tradicionales y los imperativos de evitar contagios del virus SARS-CoV-2.

El vacío de clases convencionales, y las dudas sobre la efectividad y rendimiento de las imparticiones electrónicas, obligan a crear un espacio para el análisis de riesgos y el diseño de un reencuentro entre maestros y alumnos a partir de realidades por existir planteles, públicos y privados, en los que sería posible acogerse con rigor a los distanciamientos, higiene y detección de casos sospechosos para prevenir infecciones. La difusión del germen, que ya tiene la contraposición de un proceso inicial de vacunación, no es homogénea territorialmente y su incidencia en la niñez es diferente notablemente a la que presenta para otros sectores poblacionales. Tampoco debe ser homogéneo el impedimento de asistir a locales escolares que no responden a una misma característica. Abrir brecha hacia lo semipresencial.

Es una epidemia adicional: los confinamientos van con frecuencia acompañados de emisiones abusivas de sonidos generalmente musicales. Mucha gente se recoge con su propia pasión por estruendos de altos decibeles, sin consideración a habitantes de sus cercanías. El pesar de familias que viven bajo la embestida de vecinos que prodigan contaminación sonora ha hallado mucha difusión mediática últimamente.

El otra gran
contaminante

La guerra, que las autoridades están obligadas a sostener contra esa polución estaba como ausente, hasta ahora que se reafirma públicamente que habrá persecución puntual a los focos de estridencias que impiden el sueño tranquilo, libre de agresiones auditivas a ciudadanos situados a veces en medio de odiosos cruces retumbantes. Los enemigos del sosiego barrial se envalentonan con facilidad, pero no se les debe temer.

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