Las fuerzas políticas dominicanas han entrado en una etapa de recomposición después de la derrota del pasado 19 de mayo donde dejaron como fuerza hegemónica las huestes buscadoras de prebendas.
Fue la fuerza política seguidora al presidente de la República con su abultada victoria que le permitirá contar con una gran masa de seguidores circunstanciales.
Eso podría ser un cargo público bien remunerado dentro del tren administrativo saturado de personal superabundante y con una fidelidad circunstancial sujeta a la posición que le tenga reservada el presidente de la República. O se tratará de un compromiso previo preelectoral que muestra el grado de acercamiento que se haya llegado con el jefe de Estado reelecto.
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De todas maneras el 16 de agosto se iniciará un nuevo periodo constitucional con un político reelecto y obligado por sus promesas a darle un nuevo matiz a su gestión alejada del despilfarro de la que ahora finaliza.
Fue una etapa de endeudamiento masivo, alegre y enviando a las calles a un dinero sin fines para incentivar obras de desarrollo. Era tan solo aplicar el dinero al gasto irresponsable de los políticos que la población los ha llamado los popis muy alejados de las necesidades sentidas de la población que solo recibe un alivio temporal a su estado de miseria retornando a sus carencias en menos de lo que canta un gallo.
Ya pasó el tiempo del malgasto. Ahora llegó la hora de ajustarse los pantalones y darse cuenta de la enorme responsabilidad social de gobernar para toda una millonada de seres humanos que merecen una mejor atención. La dádiva pasajera no resuelve nada, solo hunden al ser humano en una miseria mas denigrante. Esto se ve en las humildes barriadas a orillas de los ríos o cañadas, o la vera del camino o de una carretera donde han construido sus fallidas viviendas, tan solo buscando cubrirse de las inclemencias del clima, se busca una protección para evitar ser despojados de sus humildes pertenencias que casi todas supuestamente les han llegado por los aportes generosos de los gobernantes de turno procedentes de otras destrucciones climatológicas fruto de las frecuentes riadas anuales.
El cambio climático que afecta el planeta de mala manera ha llevado a que busquemos nuevos métodos con sus nuevas herramientas para hacerle frente a los nuevo desafíos que el medio ambiente impone a los humanos para buscar mecanismos que nos permitan extender la vida en el planeta. La vida va a perdurar en el planeta sin un grave deterioro y que la calidad de vida continúe todavía un tiempo mas hasta que se vaya agotando paulatinamente sus recursos su duración tal como la conocemos.
Realmente es un dilema de dimensiones cada vez mayor para el destino humano. Hasta ahora son unos desafíos que la humanidad no había conocido en su estado actual. Gracias a Dios que en cada ocasión la mente humana extrae de sus reservas soluciones que enfrentan esos desafíos impuestos por un exceso poblacional que se esparce por el planeta disminuyendo o descubriendo nuevos medios para los procedimientos que permitan la supervivencia y que la vida terrestre se prolongue sin inconvenientes.
La mente humana tiene recursos inconmensurables que es esa capacidad de pensar. Eso nos lleva a buscar soluciones que van desde que el hombre aprendió a navegar hasta superar el espacio sideral y busca nuevas formas de vida