UBI RIVAS
El 09 del presente mes, Mahmud Abbas, mejor conocido por el alias de Abu Mazen, líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), ganó las elecciones efectuadas en la Autoridad Nacional Palestina (ANP) que comprende Cisjordania y la Franja de Gaza, con más de un 66% del total de los 1.2 millones de palestinos votantes.

Se convierte así Abu Mazen, en el sucesor legal, vía una consulta electoral como satisface a la superpotencia unipolar calcar, en el sucesor del desaparecido rais venerado Yasser Arafat y, en consecuencia, merecedor del relevo hegemónico del pueblo palestino y del kefieh o cuadritos que Arafat popularizó en su tocado en cuatro décadas de jornadas legendarias en favor de la redención de su pueblo y el derecho inalienable a su heredad legítima.

De inmediato conocerse el resultado a boca de urnas, el presidente George Bush Jr. prometió ayuda al nuevo líder palestino y al día siguiente, los cables noticiosos informaban de la disposición del gobernante norteamericano en recibir a Abu Mazen en la Oficina Oval, en lo que deberá ser su primer contacto con un jefe de Estado luego de su triunfo electoral, no con su vecino y medio hermano, el premier israelí Ariel Sharón, que bien sabido es que cuando un perro ladra se recurre al amo para acallarlo definitivamente.

Abu Mazen proclamó desear la paz con el pueblo israelí, el cual no todo favorece un zafarrancho permanente de combate con los palestinos, porque esa actitud, sabido es, a nada positivo conducirá jamás, y la cordura elemental recomienda un alto en esa política obtusa y sin sentido, y trocarla por formalizar la paz, en acuerdos de beneficios mutuos, garantizados tanto por el presidente Bush Jr. la ONU, la Unión Europea y los G-7 más Rusia y también la superpotencia creciente, China.

Un total de 775,146 palestinos de 1.8 millones en capacidad de ejercer el sufragio y 1.2 millones realmente inscritos, endosaron a Abu Mazen un mandato de cuatro años del que podrá reelegirse una sola vez, es decir, que los mecanismos de la democracia occidental, made in USA, están garantizados y ya son una forma de vida en la ANP, como acontece en el Estado de Israel desde 1948, año de su fundación en virtud de la resolución 181 del 29-11-47 de la ONU.

Abu Mazen las tiene todas consigo para viabilizar la paz con sus medios hermanos los israelíes, habida cuenta de que los grupos extremistas. Hizbulá, Hamás, las brigadas de los mártires Al-Aksa, cooperará con su mandato constitucional.

Por su parte también, Abu Mazen ha manifestado su preferencia de una Intifada (rebelión) sin armas, cuyo primer paso fue sustituirla por los votos en vez de las balas y las bombas kamikazes, que han producido unos cinco mil muertos desde que se inició el 28-09-01, el 90% de ellos, palestinos.

Ahora es obligatorio poner en vigencia la advertencia del primer Sharón de que no evacuará Gaza bajo fuego, pues el compromiso es otro que el de la confrontación armada, por la confrontación de los acuerdos, si es que Israel algún día respetará alguno.

Ya no hay violencia en la ANP y procede la evacuación del Ejército, que ocupa la ANP y en esos lineamientos se efectuaron las elecciones del 09 del presente mes.

El rais ya no existe, porque el Mossad, se identificará algún día, lo envenenó lentamente mediante emisiones de rayos X en el confinamiento de La Mukata de Ramalá.

Idéntico procedió o la CIA con el patriota puertorriqueño Pedro Albizu Campos en la prisión de Atlanta, Georgia, hasta su muerte sentida el 21-04-65 (Tres días después de esa fecha histórica se produjo en nuestro país la guerra civil por el retorno a la constitucionalidad quebrada por los dirigentes de Unión Cívica Nacional).

Ahora no hay pretextos para que el Ejército, con sus blindados y palas mecánicas arrasen por vidas y edificaciones en la ANP como han hecho a su antojo, con la complicidad criminal de Washington, siempre.

Ahora es el momento de concertar la paz, de vigenciar la Hoja de Ruta marchita, cosecha del presidente Bush Jr.

Ahora es tiempo de inscribir en el itinerario de la paz los Acuerdos de Madrid de 1991 y de Oslo 1993 y de las resoluciones 338 y 242 de la ONU.

Es tiempo de conformar el Estado Palestino, diseñado por la Hoja de Ruta a proclamarse en este 2005 que recién se inicia con el auspicio promisorio de elevar a la presidencia de la ANP a Abu Mazen en el certamen del día nueve.

No hay espacio para volver el rostro hacia atrás, sino para otear el futuro, aprovechando la coyuntura del presente.

Es un moderno Alea Jacta Est pronunciado por César al decidirse cruzar el río Rubicón y marchar intrépido a la conquista de las Galias (hoy Francia).

Es tiempo promisorio para el certamen anhelado de formalizar la paz permanente entre judíos y árabes. Entre israelíes y palestinos. ¿O es que no se puede?

La voluntad del presidente Bush Jr. es puesta a prueba en estos momentos en que la pelota como les gusta señalar a los israelíes, está en su cancha.