Hoy 
POR LEONORA RAMÍREZ
El 19% de las mujeres que en el 2006 recibieron asistencia en la Unidad de Apoyo Emocional de PROFAMLIA, fue víctima de violencia sexual en la niñez, según las declaraciones de Mirna Flores, coordinadora del Programa de Violencia de la referida institución.
La mayor parte de ese segmento de la población, de 13 años en adelante, nunca antes había reportado esos incidentes, explicó la experta al resaltar que desde el año 2000 en todos los servicios médicos y psicológicos de PROFAMILIA a las pacientes se les hace una evaluación sobre violencia psicológica y física, y sobre violación y abuso sexual en la niñez.
Para los médicos ha implicado un diagnóstico integral de la situación de la mujer, a partir de detectar si ha habido o no experiencias de violencia. Ese trabajo lo hemos querido extender hacia el sector público, porque aunque allí existen las normas nacionales de atención a la violencia contra la mujer y violencia intrafamiliar, no hay protocolos de atención.
Al ofrecer sus declaraciones en el almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio, Flores manifestó que en la Unidad de Apoyo Emocional no se atiende a los hombres agresores para no poner en riesgo la seguridad de las víctimas y de los proveedores del servicio.
No tratamos conjuntamente víctimas y agresores, sino que en el trabajo de defensoría intentamos que haya servicios para los agresores, pero no trabajamos con los hombres, excepto con muchachos adolescentes entre 13 y 19 años.
Sin embargo, refirió que los hombres sólo intervienen en el proceso terapéutico de sus víctimas cuando las mismas están en condiciones de recibir la asistencia en pareja.
Flores dijo además que la prevalencia mujeres sobrevivientes de violencia, en el país, asciende a un 24%, según los resultados de la última Encuesta Demográfica y de Salud (ENDESA) realizada en el 2002.
Frank Cáceres, investigador del Instituto de Estudios de Población y Desarrollo expresó en tal sentido que se trata de mujeres de 15 a 40 años, con alto nivel de información y con acceso a medios de comunicación.
Ciertamente estamos hablando de una de cada 4 mujeres, y esa situación puede llegar a una de cada 3 en la región suroeste del país, porque la violencia no tiene clase social.
