La versión de que Sobeida Félix Morel estaría protegida por un legislador tomó fuerza ayer, mientras  se desvanece la teoría de su desaparición, debido a que liquidó la deuda contraída con sus  abogados y compartió con sus dos hijos, en un lugar que ella eligió.

Ayer pusieron a circular también la versión de que una hermana de la fugitiva, residente en Suiza, habría consultado a un clarividente, quien supuestamente le aseguró que permanece en  el país.

La novela  en que se ha convertido la vida y el proceso judicial de la mujer implicada en lavado de activos, tras el decomiso de  US$4.6 millones es cada vez más insólita. Ayer, su abogado  Carlos Olivares corrió en la Fiscalía del Distrito Nacional “al estilo Speedy González, el ratón más veloz de México”, para no ofrecer declaraciones a la prensa.

  Una actuación similar tuvo el fiscal Alejandro Moscoso Segarra, quien para no hablar con los periodistas, abandonó su despacho por por una puerta no acostumbra.

¿Quién la encubre? El fiscal Moscoso Segarra nunca ha querido referirse a la versión de que Sobeida tendría un funcionario del Gobierno que la protege. El tema tampoco lo quiso tocar ayer el abogado del esposo de Sobeida, Luis Arzeno, quien dijo que desconoce la información.

Espinas y rosas para  jueza.  El ex procurador general de la República Virgilio Bello Rosa censuró ayer que la jueza Rosanna Vásquez, del Séptimo Juzgado de la Instrucción, variara la prisión preventiva de coerción de Sobeida para otorgarle libertad bajo fianza.   Consideró que no debe ser quien continúe el juicio preliminar de este caso.

Empero,  la magistrada Vásquez fue respaldada por los abogados Hitler Fatule, César Matos, Yovanny Martínez, Ingrid Hidalgo y el ex fiscal adjunto Felipe Herrera, quienes la calificaron de  proba y justa.