Abuso sexual, ¿quién tiene la culpa?

Abuso sexual, ¿quién tiene la culpa?

El pais.Presentación de Estudio Masculinidades y Violencia de Genero, presentado por la investigadores Tahira Vargas, inta Profamilia.Hoy/Pablo Matos 13-11-2019

En esta semana se muestra gran consternación por el caso de la niña de 9 años que fue violada y asesinada por un señor que era su vecino.

La violencia sexual es invisible y legitimada. Solo aparece en casos de escándalos públicos o crímenes acompañados de abuso. No se denuncia, no se registra por su normalización histórica y social.

En el estudio de masculinidades y violencia de género que realizamos para Profamilia en el 2019 se muestra la permisividad y ausencia de responsabilidad frente al abuso sexual en los hombres. Algunos reconocen que han sido agresores sexuales o que han tenido deseos de violar niñas, mujeres o adolescentes porque “los provocan” o porque están “solas”.

En ningún momento los hombres sancionan socialmente la agresión sexual ni demuestran la necesidad del autocontrol y respeto hacia la población femenina independientemente de su edad, condición o vestimenta.

La permanencia del abuso sexual en nuestra sociedad está vinculada a la culpabilización de la mujer, niña, adolescente que es víctima o a la madre de la víctima, como es el caso de la niña que fue abusada.

Gran parte de las víctimas de abuso sexual lo han vivido al interior de la familia o cerca siendo sus agresores padres, hermanos, tíos, abuelos, padrastros, vecinos y compadres. En otros casos aparecen figuras religiosas próximas a la familia, sacerdotes, diáconos y pastores religiosos que han cometido el abuso o figuras de poder como dirigentes políticos, legisladores, síndicos.

Los agresores sexuales no son culpabilizados socialmente. Esos casos pasan por el velo de la invisibilidad y permisividad y las victimas continúan sufriendo las secuelas de esas historias de abuso e incesto en sus vidas.

La información sobre el caso de la niña abusada y asesinada en las redes sociales y la opinión pública está afectada por los elementos señalados. El imaginario machista en el que los hombres se socializan donde la mujer se convierte en objeto sexual y el hombre tiene permiso de tocar y agredirla si ella lo provoca o está “sola” le da sostén a la impunidad histórica y continua del abuso sexual y su normalización.


Erradicar los abusos sexuales es una tarea de toda la sociedad, tenemos que generar cambios en la población masculina y sus conductas agresoras y de visión de la población femenina como objeto sexual.

Ningún hombre o adolescente tiene permiso para agredir sexualmente a niñas, adolescentes o mujeres independientemente de que esté sola o acompañada, vestida o desnuda. Enseñar el respeto al cuerpo de las mujeres, niñas y adolescentes debe ser el objetivo de toda campaña educativa en términos mediáticos y en todos los espacios.

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