La Academia Dominicana de la Lengua rechazó ayer la imposición del Ministerio de Educación del Texto Integrado y proclamó el derecho que tienen los dominicanos a recibir la enseñanza formal del español y de otras disciplinas ausentes en ese material, que lleva tres meses impartiéndose en las escuelas.
La posición de la Academia está en un documento que firmaron la mayoría de los miembros y que leyó el lingüista y escritor Andrés L. Mateo, tras una exposición del filólogo e historiador Manuel Núñez, quien expuso que el Texto Integrado no representa la realidad económica, política y social del país.
En la reunión la lingüista María Virtudes Núñez propuso que se retire ese material de las escuelas hasta tanto sea validado por expertos nacionales y por el Consejo Nacional de Educación.
Mientras, Manuel Matos Moquete fue el único miembro de la Academia que defendió el material, que se informó costó unos RD$700 millones al Estado y que elaboró el Instituto Latinoamericano de Comunicación Educativa (ILCE) de origen mexicano.
Hay peligro para la cultura dominicana. Es una discusión que va a tomar mucho tiempo. Hay mucha disidencia, exclamó Federico Henríquez Gratereaux, director interino de la Academia.
Se cuestiona que en esos compendios se haya suprimido ilegalmente la enseñanza de las asignaturas de lengua española, moral y cívica, religión y la historia patria.
En su intervención Mateo afirmó que el modelo pedagógico es muy serio para un país. Es penoso que su modificación sea puesta en manos de extranjeros. Eso deja mal parada la enseñanza en República Dominicana.
Dijo que el ILCE no tiene ninguna experiencia en la elaboración de textos pedagógicos, pues está dedicado a la producción de audio visuales.
Se cuestiona que en la elaboración de los compendios no participaron técnicos criollos y que se introdujeron en las escuelas sin ser revisado y aprobado por organismos indicados, calificándolo de ilegal.