El secretario general de la Academia Dominicana de al Lengua (ADL), Manuel Núñez, acusó ayer al director de esa entidad, Bruno Rosario Candelier, de usar el presupuesto de la institución como si fuera un patrimonio personal, ya que en 23 años nunca ha rendido cuentas ni a la directiva ni al pleno de los académicos.
En una carta enviada a Santiago Muñoz Machado, director de la Real Academia Española (RAE), Núñez indicó además, que en las últimas elecciones Rosario Candelier ni siquiera hizo asamblea, sino solo leer los votos que él mismo, “amparado en su aureola de director”, le ha solicitado a cada numerario.
“Esta situación nos ha expuesto a crisis periódicas, aunque para resolver las desavenencias acaecida en la última contienda, la crisis del 2021, don Bruno prometió no volver a intentar reelegirse, y darle paso a una transición, que de cualquier modo habría ocurrido si él no hubiera alterado el contenido de los estatutos”, expresó.
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En ese sentido, Núñez le atribuye la modificación irregular de los estatutos de la academia, que prohibían la reelección más allá de dos periodos consecutivos, lo que hizo ‘a hurtadillas’ del pleno de la academia.
Aseguró que en la referida reforma estatutaria también aprovechó para recortar las atribuciones del secretario, del tesorero y de los demás miembros de la academia y alteró la obligatoriedad de quórum para tomar las decisiones fundamentales de la institución.
Pero además de eso, Núñez dijo que Rosario Candelier no ha sometido ninguno de sus proyectos ni de sus actividades a la consideración de los miembros de número y que en la práctica ha sustituido a los numerarios por los correspondientes, “la mayoría de los cuales le deben la designación y son miembros del Ateneo Insular”.
Afirmó que las actividades de la corporación son celebradas bajo la sombrilla del Ateneo Insular, una ONG dirigida por él, que ha suplantado a la Academia de la Lengua.