POR ROSARIO TIFÁ
La decoración del local, con elementos naturales, contrasta con la diversidad de prendas preciosas, semipreciosas y accesorios colocados de una manera ordenada en el espacio que ocupa la joyería “Carmina”, en la Plaza Luperón.

En la joyería el cliente encuentra relojes de diferentes marcas y para diversas ocasiones, sin distinción de sexo y edad. La colección japonesa “Mirage” y “Passión”, son exclusivas de la casa.

Un brazo hecho de madera, manos en yeso, cuellos en terciopelo y figuras en coco son parte de los elementos que sirven de soporte de exhibición para las diferentes prendas y accesorios.

Algunas columnas que simulan calles con los nombres de los propietarios de la joyería y miembros de la familia, también forman parte de la ambientación preparada por el pintor y decorador Julio Quírico Hijo.

En el establecimiento, ubicado en el primer nivel de la Plaza Luperón, localizada en la avenida Independencia esquina Luperón, los interesados pueden encontrar collares de piedras preciosas y semipreciosas, tales como cuarzo, madreperlas, perlas del río, granate rojo y amatista.

Hermosas pulseras y aretes figuran en las vitrinas en estos materiales. También están en exhibición relojes deportivos para adultos y niños, brazaletes, pulsas y anillos en oro.

Una amplia colección de bisutería trabajada por artesanos dominicanos y perfumes de cotizadas marcas se ofertan, igualmente, en una joyería que ha dejado espacio para la reparación de todo tipo de prendas y relojes.

Guillermo Lockward informó que su negocio ha llenado un vacío en el populoso sector de Herrera y áreas adyacentes, por lo que siempre se preocupa por ofertar productos de incuestionable calidad.

Dijo que ese motivo lo induce, además, a abastecerse de mercancías variadas que satisfagan las necesidades del cliente.

Lockward comparte las responsabilidades del negocio con un equipo de empleados dirigido por su esposa Mayi de Lockward.