Las acciones de la Policía en medio del toque de queda debilitan aún más su imagen frente a una población, que por un lado denuncia excesos y atropellos durante detenciones que han derivado hasta en muertes y por otro, sobornos de desaprensivos a los agentes para que cierren los ojos ante las fiestas callejeras que implican aglomeración.

Además, les acusan de cobrar las multas, labor que toca al Ministerio Público y hasta de tomar dinero camino al destacamento para liberar a los arrestados.

Así, el cumplimiento de las medidas de aislamiento que incluyen restricción de la libertad de tránsito, han pasado a ser otro modo de ampliar las diferencias entre los ciudadanos, el cuerpo llamado a poner orden y el Ejército, que le refuerza.

Entre marzo y septiembre 2020 cayeron abatidos en incidentes relacionados con la cuarentena Edwin Céspedes, de 30 años; Gilberto Jiménez Montero de 29; Ramón Antonio Durán, de 18. El 13 de septiembre fue muerto un joven en el barrio 27 de Febrero del Distrito Nacional. En San Juan de la Maguana mataron a otro dentro de su casa y frente a su madre.

La indignación de la gente por esos y otros resultados copa las redes sociales, llenas de imágenes que muestran la deficiencia en los procedimientos.

Julio Gómez Pujols fue detenido a las 12: 06 de la tarde del domingo 10, cuando venía de reparar su vehículo. Llevado al destacamento del cementerio Cristo Redentor fue encerrado con 61 hombres, incluido un asmático.

Allí amaneció y encima, los 2, 000 pesos que pagó su padre no fueron a las arcas del Ministerio Público, sino a las del cuartel.

“Justo lo que buscan evitar es la aglomeración y hacen esto, además los policías que nos recibían no tenían mascarillas”,plantea.

De un lado y de otro. De la misma forma en la que los comunitarios denuncian excesos de la Policía, también hablan de su complicidad con los infractores del toque de queda.
Luisa González Juliao vive en el ensache Kennedy, en la calle Juan José Duarte. Zona, en la que asegura que la acción policial solo es efectiva cuando de cobrar sobornos trata.

“La bulla es insoportable y los policías pasan y es como si no vieran lo que ocurre. Ya la gente harta le grita que si vinieron a cobrar el peaje. Incluso, una señora que tiene una guardería hizo un cumpleaños en la calle y hasta le dio medio galón de vino a unos menores”, expone.

Cómplices. Los Alcarrizos es un municpio de alta complejidad. En sus barrios hace activismo social Ernesto Vantroy Ramírez, que ha visto muchos abusos de “los grises”. Lo mismo que González Juliao, acusa al organismo de ser partícipe de actos de irresponsabilidad.

“No estamos de acuerdo con sus procedimientos, ya que apresan personas, sobre todo jóvenes, con la única intención de macuteo. Realizan algunos reconocimientos en lugares donde la población está siempre en calma, mientras donde forman fiestas, lo dejan pasar”
Pero afirma que el problema es más abarcador y expresa que esa entidad aprovecha no solo los horarios de toque de queda, sino que, realizan redadas diurnas sin ningún sentido y suelta a los detenidos cuando les quitan dinero.