Acciones son impulsadas por batallas corporativas de EEUU

Acciones son impulsadas por batallas corporativas de EEUU

Nueva York. Inversionistas globales dieron la bienvenida a la data económica positiva proveniente tanto de Estados Unidos (EEUU) como de Europa, pero el optimismo fue opacado por la noticia de que una gran fusión entre dos de las principales aerolíneas de EEUU enfrentaba un significativo obstáculo legal.

 El S&P 500 revirtió aumentos anteriores y estuvo ligeramente más débil después que el Departamento de Justicia de EEUU presentó una demanda anti-monopolio para bloquear una fusión de $10 millardos entre AMR Corp, la compañía matriz de American Airlines, y US Airways Group.

Las perspectivas de una fusión fallida pesaron fuertemente sobre las acciones de las dos compañías como también sobre el más amplio sector de aerolíneas de EEUU.

La otra gran historia corporativa que domina la atención del mercado en un día de comercio tranquilo es la saga actual que se desarrolla en JCPenney, la tienda por departamentos de EEUU.

La batalla por el liderazgo ejecutivo de la compañía que tomó otro giro cuando el activista de fondos de protección e inversionista Bill Ackman renunció de su consejo, enviando las acciones cerca de su nivel más bajo el año pasado.

Los declives para las acciones de EEUU llegaron después de las bien recibidas cifras de ventas minoristas de EEUU para el mes de julio, las cuales excluyen los autos, que llegaron más fuertes de lo esperado y que han elevado las esperanzas de que continuaría la recuperación prematura vista en los mercados europeos.

La data de EEUU “representa un sólido inicio para el tercer trimestre”, dijo Peter Newland, economista de Barclays.

Las tesorerías de EEUU también estaban siendo vendidas cuando los inversionistas valoraron un crecimiento más fuerte. Los rendimientos sobre los bonos gubernamentales a diez años que sirven de benchmark aumentaron 9 puntos base hasta 2.71%, dirigiéndose hacia el tope del rango de 2.50-2.75, sólo unos pocos puntos base por debajo de las nuevas alzas a dos años.

En Europa, el FTSE Eurofirst 300 registró incrementos de 0.6% y subió por cuarta sesión consecutiva. Las percepciones de mejoría en las condiciones económicas en Europa han contribuido a una recuperación en los mercados de acciones del continente.

La encuesta ZEW mostró el sentimiento de los analistas e inversionistas alemanes aumentar más de lo esperado en agosto. Los inversionistas respondieron empujando los rendimientos de bonos a 10 años en aumento por 9 puntos base hasta 1.79%.

El aumento en los rendimientos de bonos ha contraído la diferencia entre los rendimientos alemanes e italianos hasta una baja de dos años de 236 puntos base, y entre los alemanes y portugueses hasta menos de 500 puntos base, una señal adicional de que están disminuyendo las preocupaciones de inversión sobre la crisis de deuda soberana de la eurozona.

“Los rendimientos de bonos están jugando a ponerse al día con la última venta masiva de EEUU”, dijo Richard Gilhooly, estratega en TD Securities.

Anteriormente, en Asia, las acciones japonesas rebotaron fuertemente siguiendo las cifras oficiales mostrando que las órdenes de maquinaria se contrajeron menos de lo esperado en junio.

El Nikkei 225 Average se recuperó por 2.6%, ya que la data impulsó el sentimiento en la región.

Los inversionistas de China Continental sumaron ganancias relativamente fuertes de los días anteriores.

El Shanghai Composite se elevó por un 0.2%, mientras que el Hang Seng en Hong Kong saltó un 1.1%, el ASX 200 de Sidney avanzó un 1%, y el Kospi de Seul ganó un 1.5%. A medida que los rendimientos de bonos soberanos aumentaban, el índice del dólar se fortaleció y subió un 0.6% contra el conjunto de otras principales monedas globales.

Las pérdidas del yen frente al dólar se aceleraron después que la data económica de EEUU con el dólar subiendo por 1.2% hasta Y98.05. El euro se deslizó hasta $1.3253 contra la moneda de EEUU.

En las materias primas, el cobre ganó un 0.2% hasta $3.31 la libra, y el crudo Brent sumó 45 centavos hasta llegar a $109.42 el barril.

El oro perdió algunas de las fuertes ganancias observadas en sesiones anteriores para los metales preciosos, perdiendo $16 hasta $1,321 la onza en respuesta a un dólar más fuerte.

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