Señales adicionales de debilidad en la economía de la eurozona fallaron en reducir la demanda por las acciones de Estados Unidos y las europeas, mientras Wall Street continúa su avance en territorio récord.

En Nueva York, el S&P 500 subió un 0.6%, sobrepasando el alza de cierre que fijó la semana pasada y solo unos puntos del pico del récord interdiario de 1,576.09 logrado en octubre de 2007.

El FTSE Eurofirst 300, mientras tanto, se elevó por un 1.3% a medida que los mercados europeos reabrieron después del feriado de Pascua.

No obstante, el mercado de Tokío falló en unirse a la fiesta, ya que el Nikkei 225 cayó por un 1.1% hasta una baja de cuatro semanas después de una decepcionante data de manufactura en EEUU el lunes que provocó pérdidas para los principales exportadores japoneses.

A medida que los inversionistas esperan una serie de reuniones de políticas del Banco Central y las emisiones de data clave más adelante en la semana, los mercados en gran parte hacen caso omiso a la sombría data de manufactura y desempleo de la eurozona.

La lectura final del PMI de manufactura de la región para marzo llegó en 46.8 ligeramente por encima del estimado “flash”, pero todavía por debajo del de febrero. Las cifras de desempleo para febrero fueron similarmente sombrías, con la tasa llegando en un 12%, sin cambio con respecto a la lectura de enero, lo cual marcó un alto récord para esta serie.

“El aumento adicional en el desempleo de la eurozona durante el mes de febrero, acoplado con el bajo  nivel del PMI de manufactura de marzo, confirmó la subyacente debilidad de la economía”, dijo Jennifer McKeown de Capital Economics.

“El producto interno bruto de la eurozona parece determinado a bajar mucho más fuertemente de lo que pronostica el consenso de menos 0.3% este año, aunque los efectos de las crisis en Italia y Chipre están relativamente contenidos y son efímeros.

Grant Lewis de Daiwa Capital Markets denotó que ningún conjunto de data económica habría capturado totalmente el efecto de la crisis bancaria de Chipre y el rescate de las pasadas semanas. “Eso puede esperarse que haya presentado un fuerte golpe para la confianza económica a lo largo del área del euro”,  dijo.

Las cifras ayudaron a minar el euro, con la moneda única disminuyendo un 0.1% contra el dólar. Pero el euro ganó cierto terreno contra el yen, en el momento en que la moneda japonesa se debilitó en el mercado frente a la reunión de política del Banco de Japón, la primera que tendrá lugar bajo la administración de Haruhiko Kuroda. El Banco de Japón se espera ampliamente que incremente su programa de compra de bonos y que extienda los vencimientos de los bonos que este compra.

Mientras tanto, el Banco de Reservas de Australia mantuvo las tasas de interés en un 3%, como  habían esperado  los analistas, proporcionando cierto apoyo para el dólar australiano.  “El estado balanceado de RBA, con solo cambios limitados provenientes del mes pasado, confirmó un alivio parcial, pero también destacó un paciente Banco Central que parece razonablemente confiado en que sus medidas políticas están funcionando”, dijeron los Analistas de RBC Capital Markets.

Los precios de las materias primas industriales entraron bajo presión cuando la débil data de la eurozona se agregó a las preocupaciones sobre la demanda futura provocadas por cifras de manufactura más suaves de lo pronosticado en Estados Unidos emitidas el lunes. El petróleo crudo Brent bajó 79 centavos, quedando en US$110.29 el barril, mientras que el cobre llegó a una baja de siete meses.

Los aumentos en las acciones ayudaron a limitar la demanda por los bonos gubernamentales de EE.UU. y Alemania altamente tasados. El rendimiento de los bonos alemanes se elevó un punto base hasta 1.30% mientras que el rendimiento a diez años de la Tesorería de EE.UU. ascendió  3 puntos bases en 1.86%.

Por contraste, los precios de bonos gubernamentales de la periferia se movieron en ascenso. El rendimiento sobre las notas españolas a diez años bajó 10 puntos base hasta 4.97% y el de sus equivalentes italianos descendió 16 puntos base hasta 4.62%. 

El oro, que ha visto su estatus de “refugio” mejorado en las últimas semanas, a causa de las preocupaciones sobre Chipre e Italia, también disminuyó  un 1.5% quedando en US$1,574 la onza.