POR ROSARIO TIFÁ
Hay momentos en que nos sentimos agotados por el exceso de trabajo o algo deprimidos por cualquier circunstancia, y las más de las veces no se toman las decisiones correctas para poner un alto al malestar. Por eso es bueno saber que la naturaleza, auxiliada con los métodos adecuados, nos ofrece opciones que devuelven la normalidad al organismo sin ser necesario la erogación de grandes sumas de dinero.

Este es el caso de los aceites esenciales, muy apropiados en el uso de los tratamientos de aromaterapia, los cuales nos permiten recobrar la vitalidad, restablecer el cuerpo y levantar el ánimo, particularmente después de haber padecido una enfermedad.

Los aceites cítricos, sobre todo, son estimulantes y mejoran los niveles de energía que requiere el cuerpo para tener un mayor desenvolvimiento en la actividad cotidiana.

A través de un baño tonificante a base de esos aceites el organismo será estimulado, no importan si ese grueso de agua cubre su cuerpo en horas de la mañana o la tarde.

Para ese momento especial los entendidos recomiendan verter 4 gotas de aceite esenciales de bergamota, 2 gotas de aceite esencial de nerolí y varias gotas de aceite de almendra o de germen de trigo en la bañera con agua caliente y su cuerpo recobrará la energía perdida.

Los aceites deben agregarse al agua antes de introducirse en la bañera para que conserven la máxima potencia y para completar la acción la persona se debe relajarse y respirar el estimulante aroma.

Para aprovechar el poder quemador de estos aceites se recomienda utilizar un quemador de aceite. En este caso se vierte de 1 a 2 gotas de aceite esencial de bergamota y/o 1 gota de aceite esencial de nerolí en la cazoleta del quemador y se prende la vela. El aroma invadirá la atmósfera y suministrará sustancias estimulantes de los aceites. Pruebe con los aceites que más le atraigan.

El intenso perfume de los aceites puede impregnar una habitación con una ráfaga de potente energía, acción que tendrá mayores efectos sobretodo en un día de invierno.