POR UBALDO GUZMAN M.
La construcción del Metro de Santo Domingo, que no tiene permiso ambiental para el tramo del viaducto, entró ayer en la fase de colocación de la estructura metálica encima de la cual se instalarán las columnas que sostendrán el tren ligero.

Grúas gigantescas «hincaban pilotes» entre Santa Cruz y Buena Vista Primera y en otros puntos de la avenida Hermanas Mirabal. Regularmente oscilan entre 80 y 200 pies de profundidad.

Los pilotes se instalan en los lugares donde el terreno es de mala calidad. Unas 34 columnas ameritan que se «siembren» la estructura metálica antes de echar la zapata y levantar la columna.

Los contratistas han levantado más de 95 columnas, de las cuales 20 tienen puestos los cabezales, 32 se encuentran envarilladas y más de 40 están cementadas. Cerca de 30 tienen el hoyo hecho.

Los trabajos han avanzado más en el Mirador Norte, la urbanización Máximo Gómez, El Torito, Santa Cruz y próximo a la avenida Charles de Gaulle.

A pesar de que ayer era un día feriado, los entapanamientos persistieron en Villa Milla. La situación se agudizó más por el cierre momentáneo de la avenida Hermanas Mirabal con Charles de Gaulle, orientación Sur-Norte.

En el viaducto, que costará entre US$195 y 200 millones, se laboraba ayer en trabajos de carpintería para las columnas, extrayendo material de los hoyos donde irán los pilares, recogiendo materiales y preparando cemento.

En el Distrito Nacional

En la avenida Máximo Gómez con Kennedy, dentro del Centro Olímpico, se realizan los trabajos preliminares para la construcción de la estación del Metro Santo Domingo. Se colocaba una tubería del sistema pluvial.

Según un ingeniero de la Oficina Para el Reordenamiento del Transporte (OPRET), que pidió no ser identificado, los prefabricados para la estación estarán a cargo del Grupo Modesto y Sinercon.

En el otro extremo del Centro Olímpico (Máximo Gómez con 27 de Febrero), los trabajos estaban suspendidos. Las excavaciones tienen 12 metros en alguna parte y nueve en otra. Se espera que alcance la profundidad requerida en esta semana.

En cambio, en los jardines frontales del Teatro Nacional, las excavaciones están prácticamente listas. Ayer se laboraba en la nivelación del área excavada (150 metros por 30). Tiene 13.50 metros de profundidad. Se trabaja durante las 24 horas del día. Ayer había cinco ingenieros, cinco topógrafos, quince camioneros, cuatro chequeadores y cinco operarios de equipos pesados.

Hoy o mañana se comenzará hacer la zapata e instalar la estructura de la estación del Metro, que se pretende que esté lista o a punto de finalizar antes de que empiece la Feria Internacional del Libro, que se celebrará en la Plaza de la Cultura durante quince días.

Las labores en el tramo de la Máximo Gómez entre la Ramón Santana y Santiago eran mínimas. Brigadas de obreros se dedicaban a recoger escombros. Un equipo pesado descansaba frente a Domino´s Pizza.

La empresa Consultores y Constructores Sanitarios abrió un tramo de la Máximo Gómez, entre las calles Ramón Santana y Sánchez Ramírez, a las 9:30 de la noche del domingo. Había sido cerrado a las siete de la mañana del sábado para el desvío de tuberías del drenaje pluvial, sanitario y de agua potable.

En la acera de la Máximo Gómez, entre la Tunti Cáceres y Peña Batlle, se colocaba una tubería. En la calle Mauricio Báez se trabajaba en la remoción de tierra. Frente al cementerio de la Máximo Gómez se perforaba encima de la acera.

La galería para el drenaje que se construye frente al cementerio fue protegida por una malla ciclónica y una verja de cinc. Una parte de la Máximo Gómez fue ocupada entre la entrada del camposanto y la calle Pedro Livio Cedeño, exponiendo a los transeúntes a tirarse a la vía.

La avenida de circunvalación

La avenida que se construye en la ribera del río Isabela, que no tiene estudio de impacto ambiental, continúa avanzando y echando lodo hacia ambos lados de la vía.

La vía afecta a los residentes de La Zurza. Uno de ellos es Juan Carlos Ventura Cabrera, quien reside en el sector desde hace catorce años. Vive con su padre en una casucha que fue inundada por la construcción de la avenida. Los trastes de la vivienda están donde una vecina.

Fausto Ventura Cabrera atraviesa por la misma situación. Según contó, a sus dos hijos les han salido «unos nacíos» (furúnculos), luego que su casa fue invadida por el agua. Ambos residen en las cercanías de la cañada de Los Cocos. La OPRET pretende canalizar el agua hacia el río a través de alcantarillas.

«La gente de la OPRET dice una cosa hoy y otra mañana. Que nos digan lo que van hacer con nosotros», dijo Ventura Cabrera.

Ayer se continuaba «hincando pilotes» en las orillas de la cañada del Diablo, donde luego se instalará un puente. Nunca se ha explicado si esa obra estaba en el diseño original del proyecto de avenida, la que iría desde donde empieza la Ortega y Gasset hasta la avenida del Puerto. Tendría unos 10 kilómetros.