Pasión por lo criollo. Nuestra cultura es rica en color y formas que se convierten en muñecas,
jarrones, alfombras y sinnúmero de objetos decorativos, que ponen el toque criollo a la estética del
hogar. Y como estamos en el Mes de la Patria, es momento de resaltar el encanto de lo propio.

Lo nuestro está de moda. No hay más que echar un vistazo a las revistas de decoración, a las pasarelas de moda e incluso a las cartas de los mejores restaurantes del país para darse cuenta que lo criollo, el “Made in RD”, está más de moda que nunca.
Aunque la moda marca tendencia, está claro que los elementos tradicionales deben adaptarse a cada momento y la decoración étnica se ha integrado con otros estilos para crear fusiones innovadoras que pueden dejar a más de uno con la boca abierta.
Ayer celebramos los 174 años de la independencia de la República Dominicana, una excelente oportunidad para integrar elementos típicos de nuestra cultura en la decoración.
Y es que muchas piezas típicas en sí mismas reflejan lo que somos como pueblo, por ejemplo, las famosas muñecas sin rostro que se caracterizan por estar haciendo una acción típica del campo, ya sea recogiendo frutas en un macuto, llevando flores o incluso un libro en forma de Biblia para las iglesias.
Sus creadores se esmeran mezclando los colores que dan alegría a la muñeca.
Así hay muchas otras piezas adaptables a la decoración… una pintura de Cándido Bidó, una tambora, una hamaca, las mecedoras, una alfombra de pelliza, las sillitas de guano o cuero de vaca, son piezas de origen campesino que se integran con éxito en las más exquisitas decoraciones.