Acerca de géneros y diferencias

Acerca de géneros y diferencias

No hay que temer. ¡Dios me libre de intentar abordar, aunque sea un poco, el enredo de la mención y utilización compulsiva de los géneros masculino y femenino o femenino y masculino!

Para mí el feminismo es una convicción de verdad y de igualdad. Ambos géneros son mitades de igual importancia en la Creación. Uno no es superior a otro hasta que la mujer se convierte en madre y se sublimiza, entonces es capaz de sacrificios que nunca –o difícilmente- el hombre haría. Desde el momento en que alimenta a su criatura con el jugo de su propio cuerpo, primero internamente, luego con la leche de sus senos, se opera en ella un cambio que crea un abismo de distancia entre ella y el hombre, para el cual la concepción tiene usualmente un significado confuso y accidental que maromea entre lo ambiguo y lo preocupante.

Igualdad de oportunidades y tratamiento laboral y humano para la mujer…!Por supuesto que sí! Pero no por superioridad femenina, fuera del área de la maternidad.

Por igualdad con los hombres en todos los otros terrenos.

La real capacidad femenina había sido encontrada en el Siglo Quince italiano, en la Florencia de los Médicis. No sin asombro. ¡Había mujeres que sabían pensar! ¡Hablaban griego y latín! ¡Conocían el pensamiento de los grandes filósofos y discutían con sus dulces voces acerca de temas de gran profundidad!

La malignidad que la Biblia atribuye en ciertos pasajes a las mujeres (que el Cristo no presenta ni sugiere en ningún momento) no es, para mí, sino miedo a los poderes femeninos. Recordemos la enorme valentía y astucia de numerosas heroínas bíblicas. No es sin base que el autor del Eclesiastés consigna que “no hay nada peor que la ira de la mujer” y que ella puede ser más amarga que la muerte.

¿Inferiores? ¿Débiles?

En absoluto. Ya lo entendieron y aceptaron los antiguos pueblos germánicos y escandinavos que otorgaban a la mujer igualdad política y accional, inclusive en el terreno bélico: feroces mujeres guerreras llegaban a amputarse el seno izquierdo para ser más eficaces con el arco y la flecha y eran las Valkirias quienes escogían los héroes muertos en combate, que irían a la Gloria del Valhala junto a Odín (Wotan), dios de la guerra y la sabiduría.

El restablecimiento del Derecho Romano en el S. XIII, después de las influencias escandinavo-germánicas, reforma promovida luego por intereses de la Iglesia y los nobles, debilitó el derecho femenino, y así lo acogió la Revolución Francesa.

Luego Saint-Simon, Fourier, Engels y Marx vendrían a alentar la igualdad de derechos en ambos sexos.

Los deberes los tienen claros y los cumplen las mujeres.

Pero, ¿qué hay de los derechos?

¿Vamos a seguir con los abusos?

¿Madres que son madres y son padres, por una legislación improtectiva?

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