OCTAVIO LÓPEZ
Es oportuno dirigirme ante tan prestigioso diario a propósito del artículo titulado: «Y de nuestro oro, ¿qué?», escrito por el prestigioso señor Francisco Alvarez Castellano, en su Sección Opinión del lunes 27 del presente mes. Mis intenciones van dirigidas, fundamentalmente, a presentar algunas notas aclaratorias para un mejor entendimiento de «nuestro oro» contenido en el depósito de Pueblo Viejo.

Comienzo señalando, que el valor de un depósito mineral, no está en el recurso que contenga evaluado y caracterizado, sino en el hecho de encontrar una tecnología que con niveles de rentabilidad pueda recuperar al máximo los contenidos metálicos de esos recursos.

«Nuestro oro» está contenido en un depósito tipo de alta sulfuración de una mineralogía compleja con alto contenido de plaza y zinc, con la salvedad de que es un mineral muy abrasivo, muy duro y con una cantidad cercana al 15% del oro de un tamaño de partículas de oro por debajo de 10 micrones, cosa ésta que casi imposibilita contar con esta parte del recurso.

La empresa Placer Dome, ganadora de la licitación celebrada en el gobierno pasado, es una empresa de alta calificación técnica y de prestigio mundial en la materia minera. No tenemos duda de la calidad de trabajo que se está haciendo para los recursos evaluados llevarlos al máximo nivel de aprovechamiento. En la actualidad, la Empresa está en la etapa del prefactibilidad, es decir, está evaluando y haciendo pruebas para determinar con cuál de las tecnologías disponibles obtendrá la mayor recuperación.

Luego que concluya esta fase, entonces pasaría a incorporar los costos del proceso y así entonces, determinar cuáles de los recursos evaluados, puede caracterizarlos como «reservas», así podemos hablar del valor económico de «nuestro oro».

Hasta ahora, la Empresa, ha anunciado que cuenta con un recurso de 25 millones de onzas de oro, del volumen total del depósito, por encima de un contenido de 1 gr/ton de oro. Esto no significa oro en lingotes, sino un contenido, que si la tecnología para beneficiarlo es factible, estaríamos hablando de ese recurso, tomando en cuenta el por ciento de recuperación, el que daría unos productos metálicos que reduciéndole los costos de producirlo, sería el aporte económico de «nuestro oro» a ambas partes, al Estado dominicano y a la empresa Placer Dome Dominicana, en las partes que establece el contrato.

Anuncio que no se trata de un proyecto común y sencillo, estamos ante un proyecto que podría colocarse como minería de primera clase mundial, con inversiones de cientos de millones de dólares, que necesita ser considerado y atendido de manera especial por todos los sectores de la vida nacional. El gobierno está dando los pasos necesarios para cumplir con las obligaciones que contractualmente le pertenecen y les solicitamos a todos, paciencia y confianza, que entendemos perfectamente la magnitud y la importancia de dicho proyecto.

Sobre la preocupación, justamente señalada, en lo referente a la contaminación que producen estos sulfuros intemperizados, también queremos expresarles conciencia plena sobre los impactos que ocasionan, y la Rosario Dominicana es la responsable del pasivo ambiental. En ese tenor, hemos anunciado a la comunidad nacional, que con los fondos de Sysmin II se utilizarán 17 millones de euros en la remediación ambiental del entorno de la Rosario.

Aprovecho y es oportuno señalar, que a raíz de la culminación del Sysmin I y la entrega de los productos de los diferentes proyectos, los resultados arrojados de los estudios geotemáticos colocan a la República Dominicana, en posición de primer orden en potencial para exploración de minerales metálicos. Para aprovechar al máximo esta potencialidad el gobierno está dando todos los pasos para reformar y modernizar el sector minero de forma que se pueda ofrecer una atmósfera de seguridad y confianza a las inversiones.

Sólo nos resta quedar a sus enteras órdenes, para colaborar en cualquier inquietud que surja en materia de exploración y explotación minera en nuestro país.