Hoy 
¿Qué relación puede existir entre la actual situación de Siria y el derrocado gobierno presidido por el profesor Juan Bosch en septiembre del año 1963, precisamente hace cincuenta anos?
Cuando uno escucha la entrevista del presidente de Siria, Bashar al Assad, que aparece en las páginas electrónicas y ve sus declaraciones en los medios de prensa, uno puede colegir algunas situaciones que parecen comunes al gobierno del profesor Bosch:
A ambos, le fabricaron un enemigo. En el pasado fue el comunismo, luego el Islam y después Saddam Hussein, por otras razones. Y ahora quieren representar en Bashar, un nuevo enemigo, dijo el presidente sirio. En el caso de Siria, ahora se trata de acusarlo de haber realizado el asesinado de cientos de sirios con armas químicas. El presidente sirio lo niega y acusa al grupo de guerrilleros que operan en su territorio, apoyado por países vecinos, como Turquía e Irak, con vinculación a poderes extranjeros del occidente.
El gobierno sirio no sigue los dictámenes del Fondo Monetario Internacional ni de la OTAN, y se ha opuesto a que empresas multinacionales hagan el saqueo de sus recursos naturales, al igual que como pensara Bosch en su tiempo.
En Siria se formó un grupo terrorista al interior para combatir al gobierno y a su ejército. En el caso del gobierno del profesor Juan Bosch, se formó un grupo terrorista en las fronteras dominicanas con Haití y fue apoyado y auspiciado por fuerzas extranjeras norteamericanas. Y cuando el profesor Bosch se enteró que esos grupos terroristas operaban desde el territorio dominicano sin su conocimiento, y se disponía a realizar una protesta pública e internacional por esa ilegal incursión, entonces vino el derrocamiento militar.
A Bosch se le acusó también de ser comunista y hasta enemigo de la Iglesia. Ambos argumentos fueron sostenidos por esas mismas fuerzas extranjeras que hoy también acusan a Siria de lanzar los ataques con armas químicas.
Aunque las Naciones Unidas han confirmado el uso de armas químicas, el presidente sirio afirma que viene del lado sirio y de ahí la insistencia norteamericana de lanzar un ataque militar contra el gobierno sirio. Pero las fuerzas oficiales sirias acusan al grupo terrorista de usar esas armas para justificar un ataque de fuerzas extranjeras a su país y desacreditar al presidente Assad y a su gobierno.
Hoy, como ayer en el caso dominicano, en el caso de Siria, se fabrican enemigos, se usan argumentos y se trata de justificar una intervención extranjera, a todas ilegal, para doblegar la voluntad de un pueblo, que no se somete a los dictámenes de la ideología de la política exterior. Así como ayer lo hicieran con Bosch, ahora lo quieren hacer con Siria y su presidente.
