Corría el año 2018, cuando la mirada profunda de la magistrada Kenya Romero Severino mostró el iris de la curiosidad al conocer los escritos de Virginia Elena Ortea (VEO), autora dominicana a quien los registros compilados por Ylonka Nacidit-Perdomo le atribuyen ser la primera periodista en redactar una crónica sobre un fatídico feminicidio en la República Dominicana, circa de 1889.
En aquel programa de sensibilización referente a las atenciones de las violencias, la magistrada Kenya Romero Severino decidió profundizar sobre la vida de VEO, causándole conmoción su famosa alegoría tipo zarzuela «Las feministas» (1879), vindicación hecha sobre el estado de vida de las dominicanas de aquel entonces que tomaba como punto de partida las que como ella vivían en plena -aparente- contemplación desde la glorieta victoriana de Puerto Plata.
Recuerdo el despertar de la magistrada en torno a la sociedad decimonónica descrita por quien también se hizo llamar Elena Kennedy (en memoria a su abuela), pues en cada línea resaltaba las imperantes sociales que que se empeñaban en la búsqueda de la perfección femenina, dentro del hogar (claro está), cual guirnalda de crisantemos. También, las palabras emitidas por Romero Severino al redescubrir un ensañado sistema patriarcalista que alertaba ante cualquier situación en el cual las mujeres de seres sumisas logran sus agencias. La magistrada, entonces, comprendió la larga trayectoria que ha significado la construcción de la ciudadanía.
Pero también, correspondió a la hoy jueza, y políticos, y reflexionar sobre las actitudes y aptitudes que deben asumir las prestatarias o prestatarios de servicios de esta entidad, para articular mecanismos de asistencia y protección, hacia las personas víctimas y sobrevivientes de las violencias en la ruta de atención, ardua tarea de las feministas en procura de prevenir desde el Estado el atroz crimen que significan los asesinatos de las mujeres por su condición de serlo.
Para ilustrar sobre la presencia de patriarcalismos en la justicia dominicana, y a partir del tratamiento dado a las violencias y otros ataques a la dignidad humana, la magistrada Kenya Romero Severino fue la autora de un ensayo sobre la urgencia de respuestas en colectivo ante las agresiones, que si bien aún se sufren en gran manera en la esfera privada, son consecuencias de las estructuras del poder (del cual el Sistema Judicial no es excepción), que espera de las víctimas el silencio y del sistema la complicidad, ocultación y subvaloración.
Tomó, como punto de reflexión para su conferencia, la sentencia de «La manada» en España (2016-2019), y cómo los vicios de una mirada androcentrista revictimizaban a las mujeres violadas sexual y moralmente; hasta que el movimiento de mujeres ibérico enrostró a sus jueces y juezas las injusticias cometidas.
En definitiva, ante los ataques constantes que desde la supuesta mirada objetiva irrumpen las decisiones de la magistrada Romero Severino, quienes intercambiamos con ella en la serie de formaciones tenemos la plena seguridad de que es una mujer consciente de que ocupa un rol trascendente; afortunadamente cuenta con una preparación previa, crítica y desarrollada desde sus propios auto-posicionamiento.
Es reconocedora de que sus actuaciones constituyen una agencia para las mujeres que como ella tratan de conformar una nueva justicia para una República Dominicana más democrática, y en pleno affidamento de las mujeres que la antecedieron en este viacrucis por la ciudadanía plena.
Autora de ensayo sobre urgencia de respuesta colectiva ante agresiones
Sus actuaciones son agencia para las que buscan una nueva justicia en RD
Kenya es una mujer consciente de que ocupa un rol trascendente