Acercarse a Cuba: EEUU y Europa tienen que planear ahora para la vida post-Castro

Acercarse a Cuba: EEUU y Europa tienen que planear ahora para la vida post-Castro

Comentario Editorial
La operación de estómago que el lunes obligó al señor Fidel Castro a salir temporalmente del poder ha centrado la atención convenientemente en la mortalidad del líder cubano y lo inevitable de una transición hacia una vida post Castro, aún cuando esto no se inminente.

Estados Unidos y la Unión Europea tienen que pensar cuidadosamente sobre la forma de responder a los propios planes emergentes del gobierno cubano para manejar estos cambios y tener cuidado de no inflamar las tensiones, especialmente entre grupos del exilio -a juzgar por las desenfrenadas celebraciones la noche del lunes en Miami- que tienen  esperanzas de un cambio radical e inmediato.

El sistema político de Cuba no es democrático y está centralizado, por el momento, en un hombre. Pero su Partido Comunista de todas formas disfruta de un grado de legitimidad que, por ejemplo, nunca tuvieron sus homólogos en la Europa Oriental de los años 80.

Además, el Ejército cubano, bajo el liderazgo de Raúl Castro de 75 años, el hermano del presidente y su sucesor temporal ha sido una institución estable en la Cuba revolucionaria que en ocasiones ha sido capaz de cooperar con sus vecinos para controlar el flujo de drogas y emigrantes ilegales en el Caribe.

Los arreglos transicionales anunciados el lunes incluyen un mayor desempeño para líderes comunistas más jóvenes que han simpatizado en el pasado con una perspectiva más orientada al mercado y menos dogmática de la administración de la economía.

Además, la economía cubana es más fuerte hoy que en cualquier otro momento desde el derrumbe de la Unión Soviética a comienzos de los 90. La alianza de cuba con la Venezuela de Hugo Chávez le ha dado al señor Castro la ventaja de petróleo subsidiado, que ha compensado la escasez de gasolina. Las exportaciones de azúcar y níquel de Cuba son fuertes. Las importaciones se han duplicado en los últimos 18 meses, con la importación de productos de consumo de China.

En estas circunstancias, EEUU y la UE deben estimular las reformas democráticas, pero tienen que prepararse ahora para empezar a relacionarse con las autoridades cubanas una vez que el señor Castro abandone el escenario.

Es, sobre todo, el momento para que EEUU reconsidere el embargo económico. Defendido tercamente por sucesivas administraciones, y como un acto de fe para muchos grupos cubanos del exilio, la política de más de cuatro décadas ha fallado de manera consistente en lograr sus objetivos.

Más comercio, inversiones y contactos personales entre EEUU y Cuba ayudarían, no afectarían, la causa de la reforma democrática. EEUU debería asumir el mismo enfoque para el comercio con Cuba que el que tiene con países como China y Vietnam.

Por encima de todo, la administración tiene que hacer todo lo que pueda para desalentar el espíritu aventurero de los grupos del exilio. No existen mágicas alternativas democráticas y basadas en el mercado a punto de salir a flote. Estimular un cambio radical pudiera desestabilizar peligrosamente no solo a Cuba, sino a todo el Caribe Occidental.

VERSION: IVAN PEREZ CARRION

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