Acertijos, laberintos, quebraderos de cabeza…

Acertijos, laberintos, quebraderos de cabeza…

Está la proverbial imagen del vaso con agua por la mitad: unos lo ven medio lleno y otros medio vacío; pero es el mismo vaso, descrito o apercibido “asigún” los ojos del que lo ve…

Así mismo parece estar ocurriendo con el Presidente Fernández y la posibilidad –al parecer prohibida por la Constitución- de que encuentre “un bajadero” al afán reeleccionista para poder ser nominado como candidato presidencial del PLD en las elecciones del 2012.

Por mis oídos entró el discurso que dijo el domingo el Presidente ante una multitud congregada en el Palacio de los Deportes y contrario a quienes interpretaron que dejó abierta la posibilidad de una reelección, me pareció que su mayor preocupación es que su PLD se mantenga en el poder para impedir que “el retroceso”, el PRD, vuelva a gobernar.

Si la real intención del Presidente fuera optar por una repostulación, sería anti-político dejar que los danilistas se entusiasmen tanto, puesto que aunque él sea el principal líder del PLD, una eventual repostulación suya deberá contar con el danilismo, pues la fuerza de la oposición ha crecido significativamente.

Pero el Presidente se limitó a expresar: “Yo soy el garante de que esos dos millones, 200 mil firmas se conviertan en votos seguros para el PLD. Me permito recoger este apoyo que ustedes me brindan y endosárselo al PLD para que sea el partido el que decida cuál es el futuro que corresponde a la República Dominicana”.

En la mejor tradición de la comunicología peledeísta, el acto del domingo reafirmó que contrario al parecer de muchos comentaristas, el Presidente y el Gobierno cuentan todavía con una base de sustentación mayor a lo que quisieran creer sus opositores. Pero distinto al entusiasmo espontáneo que le ha significado ganar todas las elecciones en que ha participado, esta vez el hedor del clientelismo por momentos empañaba la brillantez del momento.

Aún sin la Presidencia, Leonel Fernández continuará siendo un formidable líder cuyo poder e influencia seguirá gravitando en la política dominicana. Como presidente del PLD y ex presidente de la República, quien sea el que le suceda como mandatario necesitará su apoyo y consejos. Y la perspectiva de un muy posible retorno al Palacio en 2016 mantendrá cohesionados a sus amigos y seguidores.

Con menos de 60 años de edad, buena salud y las riendas del PLD en sus manos, queda Leonel para rato….

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