La Asociación de Concesionarios de Fabricantes de Vehículos (Acofave) expresó su desacuerdo con la propuesta de los importadores de vehículos usados para que se privilegie aún más dicha actividad económica, con reducciones a los impuestos y el aumento de la antigüedad de esas unidades.

El presidente ejecutivo de Acofave, Enrique Fernández, declaró que los vehículos usados constituyen “un cáncer” que afecta la salud, específicamente las vías respiratorias y los pulmones, por los niveles de contaminación que producen.

Afirmó que, además,  dichos vehículos inciden negativamente en la economía de los adquirientes, por las constantes reparaciones a que deben ser sometidos y perjudican la economía nacional, como resultado de su ineficiencia, alto consumo de combustible, piezas y repuestos, así como por los accidentes y taponamientos que generan y los gastos médicos que debe pagar la sociedad.

Sugirió en la ocasión que se  recojan  “experiencias de los países que han alcanzado niveles adecuados en seguridad vial y la preservación del medio ambiente, la renovación del parque automotor con vehículos de tecnología eficiente y políticas tributarias coherentes e incentivadoras, así como a la utilización de combustibles limpios”.

Enfatizó  que las importaciones de autos usados y nuevos crecieron en el 2010 en comparación al 2009, por lo que no se puede hablar de crisis en dicho sector.