Acogen con estusiasmo publicación libro «Hacia la Revolución Tecnológica Industrial

Acogen con estusiasmo publicación libro «Hacia la Revolución Tecnológica Industrial

En medio de un caluroso entusiasmo, embajadores, industriales, historiadores, políticos, sociólogos y representantes de los trabajadores fue puesto en circulación el nuevo ensayo, Hacia la Revolución Tecnológica Industrial, de la autoría del periodista y político, Carlos Márquez.

El ensayo Hacia la Revolución Tecnológica Industrial , además de constituir un estudio comparativo profundo de la historia de la industria y la tecnología en los Estados Unidos  y  Europa, respecto a los países de América Latina, envuelve un conjunto de propuestas sobre el modelo de desarrollo  que demandan la República Dominicana y otras naciones del continente.

En este sentido su autor llega a la conclusión de que la diferencia entre el gran desarrollo que exhiben desde hace tiempo los Estados Unidos y Europa, se fundamenta en que, contrario a los países hispanoamericanos, produjeron revoluciones industriales y tecnológicas.

Explica que a causa de ello, los países referidos inventaron desde la Demostadora de Algodón, la Máquina  a Vapor, los vehículos, las naves espaciales, los transistores, el Circuito Cerrado, las tarjetas, el Chip y el Microchip; en tanto, los hispanoamericanos y en gran modo, los dominicanos, no producimos ni pitos.

Agrega que fue de ese modo que el Liberalismo político-social en aquellos pueblos se sustentó en el citado desarrollo, mientras lo propio no sucedió en las naciones de nuestro continente,  lo que en  vez de consolidar sus instituciones y su democracia, degeneraró  en caudillismos e inestabilidad.

Márquez plantea por igual que evidentemente, en la República Dominicana el modelo Neoliberal se ha agotado y que se identifica con las demandas de los industriales sobre la necesidad de cambiar el actual modelo de desarrollo y que en todo caso, este nuevo modelo debe fundamentarse en una Revolución Tecnológica Industrial que, necesariamente implica una Revolución de la Enseñanza.

Entiende el comunicador y político que además de una Revolución de la Enseñanza, para garantizar el éxito de la Revolución Tecnológica Industrial es imprescindible darle solución a la problemática energética, por lo que el gobierno dominicano debe agenciarse una moratoria de la deuda externa, por lo menos durante 10 años, de modo que lo que se gasta en la misma sea destinado a la modificación del actual sistema de enseñanzas, destinando recursos a la investigación científica y a resolver la crisis eléctrica.

La puesta en circulación de la nueva obra tuvo lugar en la Sala de la Cultura del Teatro Nacional, a donde acudieron los embajadores de Costa Rica, José Rafael Torres Castro, de Cuba, Juan Astiasarán  Ceballo, así como el ministro consejero de Ecuador, doctor Gustavo Endara Muñoz, Iván Alvarez, de Nicaragua y Alejandro  Padrón Corral, primer Secretario de Asuntos Consulares, de Cuba.

También, los industriales Ignacio Méndez, presidente de la Federación de Asociaciones Industriales de la República Dominicana, José Miguel de Pena Jiménez, presidente del Clouster de Invernaderos y Manuel Cabrera, expresidente de la Asociación de Industriales de Herrera.

Por igual los dirigentes políticos e intelectuales y artistas, Niní Cáfaro, Director del Teatro Nacional,  Ramón Rodríguez, Presidente del Comité Municipal del Partido de la Liberación Dominicana en Santiago, Franklyn J. Franco, Onavis Cabrera, Mateo Morrison y Adriano de la Cruz, entre otros.

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