POR PEDRO GERMOSÉN
El Senado aprobó anoche, en segunda lectura, el proyecto de ley que modifica la Ley General de Salud para tipificar como criminal la venta, almacenamiento, comercialización y distribución de medicamentos falsificados, vencidos, adulterados o reetiquetados.

Asimismo, el pleno senatorial sancionó en segunda lectura el proyecto que crea el Sistema de Crédito Público y el que reforma la ley de Tesorería Nacional. Ambos procuran diafanizar la administración de recursos públicos.

El proyecto que hace criminal la adulteración de medicamentos fue sometido por el presidente de la comisión de Salud del hemiciclo, doctor Fausto López Solís (PRD-La Vega).

El congresista dijo que este tipo de crímenes atentan contra la salud de la población.

Manifestó que en los últimos años la importación, preparación y comercialización de medicamentos falsificados ha sido recurrente.

Señaló que esta práctica se traduce en el desmejoramiento de la salud de la población que los adquiere, toda vez que al estar vencidos o poseer ingredientes inadecuados, causan efectos negativos a los consumidores, llegando a ser, en ocasiones, fatales.

En otro orden, el proyecto que crea el Sistema de Crédito Público fue sometido por el presidente del Senado, Andrés Bautista García (PRD-Espaillat).

La pieza crea el Consejo de la Deuda Pública, integrado por el gobernador del Banco Central, el secretario Técnico de la Presidencial y el secretario de Finanzas, que lo presidirá.

Son funciones de este Consejo, proponer al Poder Ejecutivo la política y estrategias nacionales en esta materia y recomendar el límite máximo del endeudamiento público.

En sus artículos 20, 21 y 22 el proyecto dispone que para tomar cualquier financiamiento, los organismos descentralizados del gobierno y los ayuntamientos deberán solicitar la aprobación del titular de Finanzas y esperar la garantía o aval del Gobierno Central.

El proyecto sobre la Tesorería Nacional, también aprobado en segunda lectura, fue sometido al Senado por el poder Ejecutivo.

Las tres piezas legislativas pasarán ahora a conocimiento de la Cámara de Diputados, donde, si son aprobadas sin enmiendas, serán convertidas en ley.