La Cámara de Diputados aprobó ayer en primera lectura el proyecto de ley de la Función Pública que sustituye la Ley 14-91 de Carrera Civil y Carrera Administrativa.

La iniciativa del diputado Julio César Valentín tiene por finalidad regular el ingreso de los servidores de la administración pública, su remuneración, entrenamiento,  evaluación y promoción.

Catalogada como una “verdadera revolución” a nivel institucional, cuando definitivamente se convierta en ley, la pieza busca sustituir el clientelismo por la meritocracia en la administración pública.

A partir de que entre en vigencia la Ley de Función Pública, la asignación en los puestos públicos se hará por concursos internos, si dentro de la institución hay personas capacitadas para ocupar determinada función, y concursos externos si no hay quien tenga las condiciones para ocupar los puestos dejados por otros. La nueva ley tendrá un plazo máximo para su aplicación de ocho años.

La nueva ley obliga a reponer en sus puestos o en otros similares a aquellos servidores que hayan sido cancelados injustamente. Los servidores públicos no podrán ser despedidos de sus cargos excepto que cometan faltas graves en el ejercicio de sus funciones o que haya cometido un delito y haya sido sancionado por un tribunal de la República.

Quedan exentos de los beneficios de esta ley  los secretarios de Estado, los subsecretarios, los directores generales y los miembros del cuerpo diplomático.

La iniciativa recibió el respaldo de 124 diputados presentes en la sesión de ayer, la más concurrida en los últimos tiempos. Extraoficialmente se dijo que los legisladores recibirían el doble sueldo. “Por eso es que tú ves tantos hoy”, expresó un diputado.