LOS ANGELES (AP).- Una coalición de activistas ha lanzado una campaña a nivel nacional exhortando a los hispanos a negarse a prestar servicio militar para la guerra en Irak, afirmando que los miembros de esa minoría étnica están siendo usados como carne de cañón.

Los activistas proyectan educar a los estudiantes y a sus padres «para que nuestros hijos no se conviertan en carne de cañón», dijo el lunes Rosalío Muñoz, coordinador del grupo Latinos por la Paz, durante una conferencia de prensa en la región este de Los Angeles.

Varios grupos formularon el anuncio al cumplirse el 35 aniversario de la Moratoria de los Chicanos, una protesta organizada a raíz de la desproporcionada cifra de hispanos –en relación a la población general de Estados Unidos– que murieron en la guerra de Vietnam. La marcha, en que participaron 20.000 personas, concluyó con disturbios y con la muerte de tres personas, entre ellas Rubén Salazar, columnista del diario Los Angeles Times y director de noticias del canal 34 de televisión.

Los activistas denunciaron que demasiados jóvenes hispanos han muerto en la guerra en Irak.

Miembros de la coalición dijeron que quieren que los colegios limiten la presencia de reclutadores en sus predios, y que hagan una mejor labor informando a los estudiantes sobre la forma de impedir a los militares obtener información personal.

De acuerdo a la ley denominada «Ningún Niño Puede Ser Dejado Atrás», los reclutadores están en condiciones de obtener los nombres, direcciones y números telefónicos de alumnos de colegios secundarios, a menos los padres o los estudiantes firmen un formulario borrándose del programa.

Los organizadores proyectan iniciar una campaña para apremiar a estudiantes en unos 30 colegios a que firmen los formularios.