Difícil es que al finalizar un año e iniciar otro, a alguien no le provoque pasar balance de lo que ese año se llevó o nos dejó. El 2010 es definitivamente el año de Mario Vargas Llosa al convertirse en Premio Nobel de la Literatura, un reconocimiento universal que es a la vez un éxito del idioma español -y de más de 400 millones de hablantes- y una presea que enorgullece a Hispanoamérica y en especial a los peruanos y españoles que comparten el corazón patrio de Vargas Llosa y a los dominicanos que inspiramos una de sus mejores novelas La Fiesta del Chivo.
Protagonistas han sido los que se han ido, como José Saramago, el más lamentado, y Carlos Monsiváis, escritor fundamental para entender al México de hoy.
En el plano local, recibimos las visitas de Carlos Fuentes, un acontecimiento que fue celebrado por la intelectualidad dominicana. También la oportunidad de recibir a Hernán Letelier ganador del Premio Alfaguara 2010. Agregamos que acaba de llegar al mercado el libro de Gabría García Márquez Yo no vengo a decir un discurso . Y celebramos a Ana María Matute y su Premio Cervantes y que Carmen Barcells haya vendido su patrimonio cultural al gobierno español. ¿Qué nos depara el 2011?