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En la tercera entrega, presentamos los factores que estaban generando un desbordamiento masivo de datos y planteamos, además, cómo el sector tecnológico había creado dos instrumentos poderosos para dar una respuesta positiva al enorme desafío del aumento exponencial de datos en el mundo. Estos son: Big data y Computación en la nube.

– Big data (grandes datos).

Es el término que utilizan los sectores de tecnología, información y comunicación para designar los sistemas que manipulan inmensos conjuntos de datos. Es, igualmente, un enorme almacenamiento de datos, tan desproporcionadamente grande que resulta imposible tratarlo con las herramientas de bases de datos convencionales. Comprende dos grandes campos:

1. El Centro de la nube (Cloud Center), que incluye los datos que maneja la Computación en la nube, también denominado como Big cloud o Gran nube. En el 2012, almacenaba 1.2 zettabytes (zb) y subió a 5.3 zb en 2017, más de cuatro veces en seis años.

2. El Centro de datos (Data Center), que incluye todas las demás opciones de almacenaje de datos, tanto privado como públicos, para el 2012 utilizaba 1.4 zb y subió a 2.4 zb en el 2017.

3. El crecimiento por año de almacenamiento fue 1.4 zb, y el almecenaje completo al 2017 será, según Cisco 7.7 zb, que sería el equivalente, según IBM, a agrupar todas las bibliotecas de Estados Unidos en hojas de maquinilla y transferirlo cada 24 ahora. O según Cisco, a 14 horas diarias de conferencias en videos y en la web entre todos los trabajadores del mundo.

La tendencia a manipular esa cantidad de datos obedece a la necesidad, en muchos casos, de incluir los datos del análisis en un gran conjunto de datos relacionados. Tales son los casos de los análisis de negocio, los de enfermedades infecciosas, los de la lucha contra el crimen organizado, las informaciones para los análisis científicos meteorológicos, la genómica y las complejas simulaciones de procesos ambientales.

Es importante destacar que el acceso al Big data, en su totalidad, no está disponible para los usuarios comunes, más bien para los Gobiernos, compañías multilaterales, para el espionaje, la investigación científica, grandes universidades. Sin embargo, estas instituciones tienen importantes restricciones para el acceso.

– Computación en la nube.

Es una lógica evolutiva del internet. Crea una institución que multiplica, exponencialmente, los efectos de interrelacionar muchas informaciones. Empieza, con fuerza, en el 2007 con Amazon.com, que llega en el 2011 a tener un millón de servidores. A partir del 2010, IBM, Microsoft (con 142 mil millones de efectivo en caja), etc. empezaron a invertir, masivamente, en la computación en la nube. Ésta permite que en tiempo virtual (empresas, personas, instituciones, etc.), envíen desde cualquier lugar y al cualquier tiempo, servicios de plataformas, software, aplicaciones, etc.

Obteniendo los siguientes beneficios:

– Todos los usuarios y empresas pagan la misma renta, sin importar su tamaño, con la misma cantidad y calidad por giga, por software en la nube e igualmente, por un almacenaje de datos inimaginable.

– Permite a las pequeñas compañías aumentar grandemente su poder de competencia ya que no necesitas comprar equipos sofisticados, ni contratar técnicos con altos salarios para producir software.

– El costo de almacenaje es una fracción de lo que sería, si tuviera que hacerlo la compañía, como ejemplo, decodificar el genoma humano necesitó de 13 años y 3 mil millones de dólares, ahora llevaría una semana, a un costo, de apenas, mil dólares por persona.

Con el Big data y la Computación en la nube millones de técnicos de alta calidad pueden empezar microempresas tecnológicas sin tener costos fijos, y competir en igualdad de condiciones con las enormes corporaciones, sin contar los efectos incalculables de la computación cuántica (nanotecnología) que entrará en operación en un máximo de tres años.

En la próxima entrega, presentaremos ejemplos de los efectos de la ferocidad de estos cambios disruptivos en lo económico, cultural y social.