Por EVARISTO RUBENS
Los principales directivos de la Asociación Dominicana de Constructores y Promotores de Viviendas (ACOPROVI) informaron que instituciones financieras se están retrasando en el desembolso de los financiamientos para compras de viviendas, lo que aumenta sus costos financieros.
El presidente, José Rodríguez, y los vicepresidentes de Acoprovi, Jaime González y Leonardo López, dijeron que cuando los constructores de viviendas venden sus propiedades, a través del sistema financiero nacional, a bancos y asociaciones de ahorros y préstamos, la mayoría de esas entidades “no nos pagan al momento de suscribir el contrato”, sino entre 15 y 30 días.
Esa es una acción que “nos perjudica” y posiblemente también al consumidor, manifestaron al ser entrevistados en el Encuentro Económico de Hoy.
Indicaron que los compradores de viviendas pagan a los bancos y a las asociaciones de ahorros y préstamos inmediatamente firman los contratos, “pero esas entidades no hacen lo mismo con nosotros”.
Los directivos de ACOPROVI hicieron un llamado al procurador general de la República, Radhamés Jiménez, y al Departamento de Previsión de la Corrupción “para que salgan en defensa de nuestro sector, porque necesitamos que nos paguen al momento de la firma del contrato” de nuestras viviendas o apartamentos.
Agregaron que también dirigieron cartas sobre ese problema a la Superintendencia de Bancos, a la Asociación de Bancos Comerciales, a la Federación de Instituciones Financieras de la República Dominicana y a la Liga Dominicana de Ahorros y Préstamos.
Indicaron que a pesar de que esas misivas las enviaron el 7 de junio último, no han recibido respuesta de la Superintendencia de Bancos ni de las demás instituciones.
Precisaron que para asegurarse de que esas cartas llegaran a sus respectivos destinos, fueron llevadas por una comisión de directivos de ACOPROVI. Dijeron que siempre tenemos que defender que haya una justa distribución de la riqueza del país, dependiendo de aquel que no produce o que no puede.
Consideraron que la vivienda hay que defenderla como nido de la familia y de la sociedad, por lo que no se debe seguir aumentando el impuesto a la vivienda suntuaria, que no lo es, porque toda familia tiene que tener una casa.
Señalaron que “no podemos seguir atacando la vivienda como si fuera una droga, una bebida o un pecado tener una casa, eso tiene que parar, ya que el mensaje que se le envía a la sociedad es muy penoso”.